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El desvío de autobuses por las obras de la avenida del Mediterráneo colapsa el paseo de Benidorm

Once líneas han cambiado su trayecto para sortear los trabajos que se llevan a cabo en varias calles provocando atascos - Turistas y vecinos conviven ahora con vehículos de carga y descarga y autobuses en una zona semipeatonal en primera línea

Uno de los autobuses urbanos circulando, ayer, por el paseo de Poniente entre viandantes y coches parados. david revenga

El paseo de Levante de Benidorm es usado cada día por miles de turistas y vecinos para pasear o ir a la playa prácticamente como una zona peatonal. Sin embargo, desde el pasado lunes, el tráfico ha aumentado, sobre todo, por el desvío de autobuses que, por las obras en las calles adyacentes a la avenida del Mediterráneo, han tenido que cambiar sus trayectos para seguir prestando el servicio. La consecuencia: colapsos de tráfico y atascos en horas punta y varios momentos del día.

El proyecto de la avenida del Mediterráneo incluía más obras en las calles de alrededor como la de Periodista Emilio Romero o Esperanto. Así, las vías que nacen desde la acera Norte, aún en obras, han sido cortadas obligando a cambiar el itinerario de hasta once líneas urbanas: la 1, 2, 4, 5, 6, 10, 11, 14, 16, 18 y 30. Así, desde este lunes y provisionalmente durante un mes, los autocares procedentes del Rincón de Loix que circulen por la avenida del Mediterráneo, se desvían por Bilbao y recorrerán la primera línea de Levante hasta llegar a la avenida de Europa. Además, se han establecido dos nuevas paradas provisionales, una en la avenida de Bilbao y otra en la de Europa.

Y en ese tramo es donde se han dado los primeros atascos, colapsos y confusiones entre vehículos y viandantes. Para empezar, porque algunos peatones no esperan cuando caminan por esta primera línea que aparezcan autobuses, que no solo son urbanos sino también los turísticos de dos plantas. La incorporación de los mismos a la avenida delante de la playa desde la calle Bilbao o el giro hacia Europa hace que los turistas y vecinos tengan que parar para dejarles paso. También se ha rebajado la calle en estos cruces para facilitar el paso de los autobuses.

A todo ello además se suma la convivencia con los camiones o furgonetas de reparto. El desvío de las líneas al paseo de Levante ha hecho que se prohíba la parada para las labores de carga y descarga y el estacionamiento; sobre todo porque en determinados tramos, si hay un vehículo aparcado, los autocares apenas pasan por la calzada. Una circunstancia que algunos de ellos no acatan para poder cumplir con los repartos y que es la que más atascos provoca y que ha llegado a juntar en algún momento dos o tres autobuses seguidos parados.

Los peatones también tienen que ir con cuidado debido a la velocidad de los autobuses. El Ayuntamiento ya explicó que se habían dado instrucciones a los conductores para que la rebajaran cuando circularan por la primera línea del paseo de Levante, precisamente para garantizar la seguridad de todos.

La única alternativa

El cambio en el itinerario de los autobuses urbanos ha provocado un enfrentamiento entre el gobierno del PP y Ciudadanos (Cs).

Por una parte, por la alternativa tomada. Mientras el concejal de Movilidad y Obras, José Ramón González de Zárate, defiende que el cambio está avalado en todo momento por el criterio de los técnicos municipales; el portavoz de Cs, Juan Balastegui, asegura que hay varias alternativas. Entre ellas, cambiar la dirección de la calle Gerona para permitir la llegada de autobuses hasta Esperanto o que circulen hasta la plazoleta de la calle Herrerías y salgan por Emilio Ortuño.

Balastegui denunció el «caos» que ha provocado la medida y que tiene «peligro» para los peatones; a lo que González de Zárate contestó que «lo que quieren (por Cs) es que Benidorm sea un caos y no haya transporte público».

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