Más de medio millar de vecinos de Altea, según datos de la Policía Local, se concentraron ayer por la mañana junto a la Cala del Soio y las playas fósiles adyacentes, con cerca de 225 millones años de antigüedad, para reclamar «la paralización de las obras que se están haciendo en el Portet de l'Olla desde el pasado martes para abrir una nueva bocana junto a las rocas volcánicas de la cala», y solicitar que el Consell «acelere su declaración definitiva como Monumento Natural Geológico» cuyo expediente se inició en marzo de 2019.
La jornada comenzó al filo de las 11 de la mañana en los jardines de Villa Gadea después de que dicha concentración cívica fuese convocada el jueves pasado por la Corporación Municipal de Altea y la Associació de Veïns de L'Olla-Cap Negret. Durante el recorrido de casi un kilómetro hasta la Cala del Soio, el catedrático de Biología, Joan Piera, explicó en varias paradas la historia geológica del entorno y la importancia biológica que tiene la bahía de Altea, junto a la «illeta» y el saliente volcánico Cap Negret donde hay pruebas visibles de donde se fragmentó el súper continente Pangea «por una explosión volcánica submarina que formó los continentes de Europa y África». Piera dijo que «lo que tenemos enfrente es un auténtico tesoro y laboratorio geológico único en el Mediterráneo, fuente de estudio para científicos y profesores de toda Europa» y reivindicó que «lo mejor» para el futuro Monumento Natural Geológico «sería que se integrase en el Parque Natural de la Sierra Helada».
Antes de acabar la concentración cívica, desde la asociación de vecinos se leyó un manifiesto en donde recordaban que «hace 30 años que estamos luchando por el mismo problema del Portet intentando salvaguardar este enclave de 225 millones de años». En el manifiesto se alabó la implicación del Ayuntamiento de Altea «apoyándonos a pesar de que hay dos sentencias desfavorables. Pero no podemos decir lo mismo de la Generalitat». Afirmaron que «a las empresas especuladoras no les importa nuestro patrimonio natural», y se lamentaron de que «después de tanto tiempo luchando, estamos presenciando con estupor y pena las obras de cambio de bocana del puerto». La concesionaria del Portet no negociará el rescate.
Por su parte, la representante de la concesionaria del puerto, Elena Ruano, que tiene a su favor una sentencia del Tribunal Supremo emitida en febrero de 2016 para que puedan abrir la nueva bocana, indicó que «entiendo lo que pide la gente, que es lo mismo que yo quiero: proteger la cala». Por ello afirmó que se están haciendo los trabajos «con mucho cuidado en todo, sin salirnos de los límites ni tocar la roca volcánica».
Ruano indicó que «no se perjudica nada de lo que hay» y aseveró que «de momento no vamos a negociar el rescate de la concesión, a pesar de que lo propusiera el viernes la consellera Mireia Mollà en su visita a la cala».
