Las ciudades llevan unos meses manos a la obra para poner coto a la proliferación de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), es decir, patinetes, «segways» u otros de este tipo eléctricos. La última de ellas ha sido La Vila Joiosa cuyo Ayuntamiento aprobó ayer mismo una modificación de la ordenanza de Tráfico y del Uso de las Vías Públicas para regular este tipo de elementos que cada vez llenan más las calles y sancionar a los infractores con multas que van hasta los 500 euros.

La propuesta de la concejala de Tráfico, Isabel Perona, salió adelante con los votos del tripartito en el gobierno (PSOE, Compromís y Gent per La Vila) con el apoyo del PP y la abstención de Ciudadanos (Cs). La concejala explicó a este diario que el objetivo de esta modificación es «salvaguardar la integridad de las personas» ante la proliferación de este tipo de vehículos así como «garantizar la convivencia entre los peatones y aquellos que utilicen elementos de desplazamiento, ya sean eléctricos o propulsados física y mecánicamente».

Las nuevas normas pretenden regular sus zonas de uso para la circulación, velocidades, estacionamientos, regulación y clasificación de los mismos, aclaró Perona. Así, como ya ocurriera en Benidorm, en La Vila no se podrá ir por aceras ni por carriles bici que también estén en ellas; tampoco por las ciclovías. En las calles de plataforma única en las que esté autorizado el paso de vehículos podrán circular a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora, como también podrán hacerlo por la calzada respetando esa misma velocidad; mientras que por los parques sólo podrán transitar los patines más pequeños. Todo ello teniendo en cuenta que la prioridad es para los peatones, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario.

Casco y seguro obligatorio

Como en otras ciudades que ya aplican nuevas ordenanzas, entre ellas Benidorm, para circular por La Vila Joiosa, será obligatorio el uso de casco y tener un seguro de responsabilidad civil; llevar reflectantes o timbre; tener como mínimo 16 años para conducir uno de estos vehículos; o, en caso de ser un reclamo turístico para grupos, no podrán ser más de 10 personas los que lo formen a la hora de ir por las calles. Con todo, las sanciones irán de los 100 a los 500 euros, según sean leves, graves o muy graves. La modificación estará en exposición pública 30 días para que reciba las alegaciones de los interesados.

Sobre esta modificación de la ordenanza, el alcalde Andreu Verdú apuntó que «visto el aumento significativo» de los vehículos de movilidad personal que se observan en el municipio, «es una necesidad determinar por donde pueden circular y establecer una clara regulación para su uso que garantice la adecuada convivencia entre este tipo de vehículos, otros elementos de desplazamiento y peatones».