La tercera de las mascletàs de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm fue dedicada ayer a los festeros que «ya no están entre nosotros», una forma muy emotiva de rendir homenaje a los amantes de la «festa» que ya han fallecido. La pirotecnia Ricardo Caballer SA fue la encargada del diseño del bombardeo de 46 kilogramos de carga explosiva, una traca que volvió a congregar a cientos de personas en la parte baja de la avenida Jaime I, llegando hasta la confluencia con Paseo de Poniente.

Los valencianos de Ricasa rebajaron la intensidad del espectáculo pirotécnico a 46 kilos de pólvora, frente a los 80 y a los 70 kilos de carga del lunes y martes, respectivamente. Lo que sí ha sido una constante en las tres mascletàs que se han detonado en estas fiestas ha sido la duración de alrededor de 5 minutos. Desde la empresa pirotécnica se destacó que, pese a que el disparo no fue tan potente como los días anteriores, el bombardeo tuvo un marcado carácter tradicional puesto que el disparo fue programado de forma manual.

Menor intensidad

Nuevamente, como en las dos jornadas anteriores, las encargadas de encender la mecha fueron la Reina, Marina Carrillo y la Reina Infantil, Paula Mayor; acompañadas por el alcalde de la ciudad, Antonio Pérez; el concejal de Fiestas, Jesús Carrobles; el presidente de la Comissió de Festes Majors Patronals, Roberto Carretero y el presidente de l'Associació de Penyes Verge del Sofratge, Coli Pérez.

La mascletà poco a poco fue ganando en intensidad hasta llegar al imponente terremoto final, que combinó un bombardeo terrestre con fuego aéreo. Destacar también que la de ayer fue encendida y secuenciada por la técnica mecanizada tradicional y que fue preambulo a la mascletá nocturna que, al cierre de esta edición, aún no se había realizado.

Así fue la mascletà nocturna en Benidorm

Así fue la mascletà nocturna en Benidorm

Así fue la mascletà nocturna en Benidorm