Benidorm volvió a encomendarse a su Patrona, la Mare de Déu del Sofratge, y a pedir su protección. Miles de files recorrieron ayer las calles del centro de la ciudad para acompañar a la imagen de la Virgen o simplemente para contemplarla a su paso.

La devoción por la Patrona en Benidorm es mucha entre vecinos y también entre algunos visitantes y turistas que pasan en la ciudad estos días. Los que participan en la procesión del día dedicado a la Virgen del Sufragio piden por los suyos, porque superen algún bache, para recordar a los que ya no están o simplemente por el fervor que le tienen a aquella imagen que llegó del mar hace ahora 279 años.

Muchos festeros aparcaron ayer los blusones y los polares bordados por un momento para cambiarlo por trajes y mantillas y llevar en la mano los cirios para hacer el recorrido. La procesión en honor a la Mare de Déu partió a las 19.45 horas, 15 minutos más tarde de lo previsto, desde la Iglesia de San Jaime y Santa Ana. Además, lo hacía media hora más tarde de lo habitual en el domingo de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm. Ese retraso tenía una razón mucho más terrenal: la celebración de las elecciones nacionales del 10-N, una cita que obligó también a cambiar el recorrido de la misma.

Los primeros en iniciar la marcha fueron los representantes de la Iglesia , los mayorales de honor con sus cirios y un amplio grupo de «manolas» con sus mantillas negras y sus trajes también solemnes. Era el turno entonces del patrón San Jaime. La imagen del santo abandonó la iglesia a hombros «dels costalers» y siguió a la comitiva. También iba en la procesión el abanderado de este año, Vicente Berenguer Devesa, y su familia, así como el pregonero, Francisco Amillo, también acompañado por los suyos.

La Reina Marina Carrilo y la Reina Infantil Paula Mayor acompañaron a la Virgen junto a sus cortes de honor y también con sus cirios y mantillas. A ellas se sumaron el alcalde Antonio Pérez, así como miembros de la Corporación Municipal, el presidente de la Comissió de Festes Majors Patronals, Roberto Carretero, el de l'Associació de Penyes Verge del Sofratge, Coli Pérez, y otros miembros de entidades festeras de Benidorm.

Era el turno de la imagen de la Patrona y su salida de la iglesia a hombros de sus «mariners». Fuera del templo esperaban decenas de personas que no quisieron perderse este momento, y todo a pesar del frío y aire que había en la plaza de Sant Jaume. Algunos de ellos con lágrimas en los ojos al ver salir a la Mare de Déu. El recorrido siguió por la calle Mayor, la Alameda, Los Ángeles y Pintor Lozano. Sin embargo, en este punto, y debido a la jornada electoral, la procesión cambió de trayecto para recorrer la calle Médico Pérez Martorell en lugar de llegar a la playa, a la calle Virgen del Sufragio, por lo que la imagen de la Patrona este año no pasó por la vía que lleva su nombre. Y es que cerca de esta zona se encontraba el colegio electoral del edificio Torrejó que cerraba sus puertas a las 20.00 horas. De ahí siguió por Martínez Alejos, Paseo de la Carretera, calle Santa Faz y volver a la plaza Sant Jaume.

Las tres agrupaciones musicales de la localidad, la Societat Musical La Nova, La Societat Musical L'Illa y la Unión Musical de Benidorm marcaron el paso de toda la marcha, que regresó al templo en poco menos de dos horas después. En el recorrido, los asistentes también soportaron el viento y el frío que hacía ayer en la ciudad a pesar de que por el día había lucido el sol.

Jornada con cambios

El cambio de la procesión no fue el único que sufrió el programa de actos. El Ayuntamiento decidió suprimir la «despertà» de ayer al coincidir el día de la patrona con la jornada electoral del 10-N. Además se cambió la «chocolatada» que se realizaba en la calle La Biga donde tampoco se pudieron ver pasacalles al haber un colegio electoral. También se retrasó a la medianoche el concierto previsto en el Ayuntamiento. Mínimos cambios que no afectaron a los actos más importantes del día de la Virgen del Sufragio.