La noche de este miércoles 30 de octubre será una noche de miedo en Altea en vísperas de la festividad de Todos los Santos. La Casa de Cultura ha organizado la presentación del libro "Por o fugirem", de Joan Borja, Francesc Gilbert y Víctor Labrado, en una actividad que forma parte del ciclo "Llibres a la tardor". A diferencia de otras presentaciones literarias en que se desarrollan en el salón de actos de la Casa de Cultura, en esta ocasión los autores presentarán su libro por las calles del barrio Bellaguarda relatando las historias de su libro en una "Ruta de Leyendas de Miedo" que comenzará en la Plaza de la Canterería a las 20 horas.

"Enfrentarse a los miedos o huir. Un dilema complicado de resolver. Si quieres ponerte a prueba y saber cuál es tu opción, tendrías que leer este libro. En él encontrarás una selección de las mejores leyendas de miedo (sí, de las leyendas de toda la vida, de las que dan miedo de verdad) actualizadas y adobadas con una buena dosis de humor, ironía, misterio y, sobre todo, mucho miedo", así reza la sinopsis de "Por o fugirem" que estos tres autores conocedores del legendario valenciano son los responsables de unas narraciones que van acompañadas por las sugerentes ilustraciones de Aitana Carrasco.

El libro propone un recorrido por las mejores leyendas valencianas del miedo, convertidas en literatura y modernizadas para el lector actual. Víctor Labrado (autor de Leyendas valencianas y Leyendas de la ciudad de Valencia), Francesc Gisbert ( Magia para un pueblo. Guía de criaturas y creencias populares) y Joan Borja ( Leyendas del Sur) se unieron para transmitir "las historias más terroríficas de la tradición popular", según el alteano Borja, con la aspiración "de seducir a lectores de cualquier edad y condición".

En el evento de este miércoles los tres autores desgranarán parte de las leyendas de miedo valencianas levando al público por un recorrido que pasará por las estrechas callejuelas y escondidos rincones de uno de los barrios más emblemáticos de Altea, donde se erigió un destacamento militar con los primeros pobladores de la ciudad antes de que se construyera el pueblo actual en 1617.