Una fumigadora motorizada bordeó ayer la finca en la que se ubicaban las cabras que habrían causado el brote de fiebre Q en La Vila Joiosa. Con esa actuación se pretende es eliminar garrapatas y otra clase de parásitos que pudieran propagar la bacteria coxiella burnetii, que es la causante de la enfermedad.

La Policía Local acordonó la zona desde el jueves por la tarde y anunció mediante carteles que se llevarían a cabo labores de fumigación. Ayer viernes por la mañana, personal de la empresa Lokimica, encargada de llevar a cabo estas labores, recorrieron las parcelas en las que se encuentra el foco del contagio, así como algunas fincas colindantes, rociando insecticida para intentar eliminar parásitos que pudieran ser portadores de la fiebre Q.

José Carlos Gil, concejal de Medio Ambiente de La Vila Joiosa, ha explicado que esta es la primera fase de tres. Los siguientes pasos a seguir serán el desbroce de las parcelas y, por último, el tratamiento de los excrementos de los animales, entre otros residuos. Esta última fase es la que podría tardar más en ejecutarse ya que, según el responsable del área, tienen que buscar a una empresa especializada en labores de estas características y sus servicios son mucho más costosos.

Para poder actuar en estas parcelas, el Ayuntamiento ha contado con la autorización expresa de los propietarios. Gil señala que las edificaciones de las mismas se encuentran en estado ruinoso, por lo que se requerirá a los propietarios que se adopten medidas para evitar que se repitan situaciones de estas características. En lo que respecta a los animales que se encontraban en esas propiedades, la Conselleria de Agricultura ha requerido a los propietarios a que los trasladen a fincas acondicionadas para la explotación de la ganadería, donde además se llevan a cabo los controles veterinarios pertinentes, para evitar la proliferación de esta y otras enfermedades transmitidas por la fauna.

El concejal de Medio Ambiente ha explicado que las familias afectadas por la fiebre Q están siendo atendidas por Salud Pública, que en todo momento ha estado pendiente de ellas. También ha hecho un llamamiento para que no se genere una alarma social, incidiendo en que «la fiebre Q no se transmite tan fácilmente», aunque se mantienen las recomendaciones para que los propietarios de mascotas no paseen por esa zona de la Urbanización Gasparot y para que, ante la aparición de síntomas como fiebre, dolores musculares, fiebre,náuseas, vómito o diarrea, no duden en acudir al centro de salud.

Salud animal

El brote de fiebre Q se originó en una finca en la que desde el año 2017 hay ganado y otra clase de animales en condiciones inadecuadas. Los vecinos de esta urbanización cuentan con registros de entrada de quejas presentadas ante el Ayuntamiento desde ese año, en los que precisamente se pedía que se tomaran medidas en las fincas donde ahora se ha declarado el foco.

Desde el colegio de Veterinarios de Alicante, su presidente, Gonzalo Moreno, explica que un problema de base en materia sanitaria es «la poca o nula atención que se presta a la salud animal». Hace referencia a informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los que se destaca que el 60% de las enfermedades infecciosas de los seres humanos tienen su raíz en los animales.

Según Moreno, en el caso de las explotaciones ganaderas, es fundamental que cuenten con el registro pertinente ante la Conselleria de Agricultura, así como con un veterinario responsable de la explotación que lleve a cabo controles rutinarios y que tome medidas cuando surja algún problema como el brote de fiebre Q.

En este sentido, los vecinos de la Urbanización Gasparot siguen molestos con el Ayuntamiento y aseguran que, si se hubiera hecho caso a sus quejas y desde ese primer momento se hubiera informado a la Conselleria de Agricultura de la existencia de una explotación ganadera irregular, se habría evitado esta situación. También siguen exigiendo que, a la mayor brevedad, se eliminen todos los residuos de los animales infectados de las tres fincas.

Confirmados 5 casos y otros más aún por descartar

El primer caso diagnosticado data del 21 de agosto de este año. Una semana más tarde, se informó al Centro de Salud de Benidorm de la existencia de tres casos más, lo que derivó en una investigación por parte de la Unidad de Epidemiología. Esta semana se confirmó el primer contagio en una menor, se trata de una niña de 3 años.

A día de hoy hay por lo menos dos personas más a la espera de los resultados definitivos que les permitan saber si se han contagiado de fiebre Q.

Las investigaciones de epidemiología has confirmado que el foco del contagio se encuentra en la urbanización Gasparot, concretamente en una finca en la que había perros, caballos, cabras y un poni. Precisamente dos de las cabras analizadas dieron positivo a la bacteria que causa este mal.