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La sala de resonancias de La Vila que costó 1.200.000 euros lleva sin funcionar desde julio

CC OO y el PP aseguran que el servicio todavía no dispone de personal y la gerencia del Hospital lo achaca a problemas técnicos

Esta es la imagen que presenta la sala de resonancias del Hospital Comarcal Marina Baixa. DAVID REVENGA

A pesar de que el grueso de las obras de la sala de resonancias del Hospital Marina Baixa acabó el pasado mes de julio, algunos problemas técnicos con la alimentación de ozono están retrasando la recepción definitiva y puesta en marcha de esta dotación. Así lo ha señalado Rosa Louis Cereceda, gerente del centro hospitalario, quien informa de que la empresa encargada de instalar las conducciones de ozono «está trabajando todos los días para solventar las deficiencias que impiden ponerla en marcha». La gerente espera que a lo largo de este mes se solucione el problema y pueda entrar en funcionamiento.

Desde la sección sindical de Salud de Comisiones Obreras coinciden con esta información aunque tambien han indicado que todavía no se ha contratado al personal que atenderá la instalación. El delegado Juan Ramón Such explica que ha podido hablar con los técnicos de la empresa que está llevando a cabo los trabajos y que «hoy (por ayer) se han rellenado los tanques de ozono y ahora habrá que esperar a que baje la presión». Such explica, según estimaciones que le han trasladado los operarios, que «a partir del martes 8 de octubre, la presión de los tanques estará en niveles aceptables para que se pueda activar la máquina». Otra cosa es que para entonces haya personal.

En este sentido, la gerente del centro hospitalario señala que para el funcionamiento de esta sala se contempla disponer de dos radiólogos, tres técnicos especialistas en radiodiagnóstico, un enfermero, un celador y un auxiliar administrativo, una plantilla que representa un coste anual de más de 270.000 euros. Louis Cereceda asegura que, en cuanto esté operativa la sala, se podrá contar con este personal.

José Juan Zaplana, portavoz de Sanidad del PP en las Cortes Valencianas, asegura que «aún no se ha contratado a esos trabajadores y duda que sean contratados en un futuro próximo», haciendo hincapié en que «Hacienda tiene retenidos esos contratos». Zaplana pide «mayor coordinación en temas tan sensibles como este» y considera que «los profesionales ya deberían haber firmado los contratos» para que en cuanto se abra la sala entren a operarla.

Como ya publicó este diario, el hospital de la Marina Baixa es el único centro público de toda la provincia que hasta ahora carece de un equipo de resonancia magnética. Una situación que ha sido denunciada en varias ocasiones por sindicatos y por el personal sanitario.

Una carencia que se suma a la serie de retrasos que sufre en general el grueso del propio Hospital, donde destacan el parking, la sala de resonancia y la esperada ampliación del centro. Desde CC OO lamentan esos retrasos y la falta de soluciones a otros problemas que arrastra el centro comarcal , como la falta de espacio, la rotura de tuberías o la deficiente reforma de algunas plantas. En ese sentido, reivindican que se solucionen a la mayor brevedad.

Un salto de calidad de los servicios sanitarios

La construcción de este espacio en el Hospital Comarcal de la Marina Baixa supone un salto cualitativo de los servicios sanitarios, ya que se podrá dejar de derivar, de forma parcial, pacientes a clínicas privadas, evitando así el gasto que eso conlleva.

Cada año, 12.000 pacientes que requieren de resonancias magnéticas para ser diagnóticados son atendidos por centros privados. Eso supone para las arcas públicas un gasto de alrededor de dos millones de euros. El coste total que ha conllevado la contrucción de esta sala es de 1,2 millones, mientras que dotarla de personal costará unos 270.000 euros al año.

Cerca de 12.000 pacientes son derivados a la privada

La puesta en marcha de esta maquinaria reducirá esta cifra hasta en un 50% según estimaciones del centro

Se estima que cuando el nuevo aparato de resonancia entre en funcionamiento, atenderá a cerca de 6.000 pacientes. Una cifra que aún seguirá siendo insuficiente para cubrir las necesidades de esta comarca, ya que a día de hoy son derivadas a centros privados más de 12.000 personas, algo que se critica duramente desde CC OO que califica esta circunstancia como «lamentable», haciendo hincapié en que «derivar pacientes genera un gasto mucho mayor».

En la actualidad, el Departamento de Salud gasta en derivar pacientes a la privada cerca de 2 millones de euros.El coste total de esta sala de resonancias ha ascendido a un millón doscientos mil euros y cuando entre en funcionamiento supondrá un ahorro de cerca de un millón. Por otro lado, también se confía en que se vean reducidas las listas de espera, que actualmente son de hasta dos meses.

Quienes se verán más beneficiados al disponer de un equipo de resonancia en el Hospital son los pacientes ingresados que requieran de esta prueba, que ya no tendrán que ser trasladados en ambulancia desde La Vila hasta Benidorm. Por eso, según fuentes sanitarias, éstos tendrán prioridad para ser atendidos en la resonancia del Hospital.

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