Largas colas de coches, accesos colapsados y autobuses que llegan a duras penas a las paradas para dejar a los alumnos. La zona educativa del Salt de l'Aigua de Benidorm se colapsa cada día desde que se inició el curso a las horas de entrada y salida de los centros escolares. Y es que desde que los horarios son prácticamente los mismos en los colegios y los institutos, acudir en vehículo a este complejo de calles tiene que hacerse armándose de paciencia.
En Benidorm, la mayoría de centros escolares de Educación Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos están ubicados en esta zona educativa situada cerca de la salida de la nacional 332 y la AP-7 y cerca de los juzgados, el Palau d'Esports o la Estación de Autobuses. A ella se accede desde Benidorm por la avenida de Europa a través de una única rotonda desde donde se organiza todo el tráfico tanto para este área educativa como para el resto de servicios.
Así, cada día, sobre las 8.00 y las 9.00 horas, horario de entrada de los centros, la cola de vehículos en estas últimas dos semanas tras empezar el curso han sido largas, llegando incluso a la rotonda que une esa avenida con la de Comunidad Europea y registrándose hasta 20 minutos de atascos, según confirmaron las fuentes consultadas por este diario. A la hora de salida, a las 14.00 o las 15.00, la situación es prácticamente la misma.
De hecho, y ante esa gran afluencia de coches, desde algunos centros escolares se ha pedido a aquellos que acudan a la zona escolar que lo hagan en autobús en «la medida de lo posible». Uno de los institutos a través de las redes sociales rogaba hace unos días a alumnado, familias y profesores que, ante las retenciones que se estaban produciendo tanto a primera como a última hora de la mañana, se utilizara el transporte público en lugar de los coches particulares para acudir al centro, algo que también «favorece al medio ambiente», como recordaron en su mensaje.
Con todo, desde algunos de los colegios que se ubican en la zona explicaron a este diario que «las primeras semanas es más normal que haya caos circulatorio» aunque reconocieron que es necesario un cambio en la zona para mejorar el tráfico y que no se generen las retenciones actuales. Además apuntaron que «hay muchos alumnos que aún no tienen sus abonos de transporte, o porque lo están tramitando o porque no se han entregado aún las tarjetas», por lo que reclamaron más celeridad en este proceso. Fuentes municipales explicaron que la tramitación de las mismas está abierta desde junio y que es ahora cuando hay «más goteo» de alumnos para la recogida, incluso una vez comenzado el curso escolar.
Fuentes educativas explicaron que sobre la mesa está la creación de un nuevo acceso a la zona que quizá «alivie» un poco la situación.
Nuevo proyecto de Movilidad
Los atascos a la entrada de esta zona educativa se repiten no solo al inicio de curso sino también cuanto llueve o cuando se produce alguna circunstancia que hace que se acuda a los centros en vehículos particulares. Pero además, según explicó a este diario el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, «el problema se ha agravado desde que la Conselleria de Educación cambió los horarios por las nuevas jornadas y se juntaron los de todos los centros»; el último de ellos, el CEIP Gabriel Miró.
A la zona educativa del Salt de l'Aigua llegan cada día para dejar alumnos «nueve autobuses diferentes» lo que ha hecho que «hayamos ampliado la parada existente», indicó el edil. Así que para hacer frente a todo ello ya está en marcha una obra para construir un puente de 9 metros de longitud que permitirá salvar el barranco Derramador y prolongar así la calle Barca del Bou, que actualmente acaba junto al colegio Gabriel Miró y al IES l'Almadrava, hacia Comunidad Europea.
Además, el Consejo de Movilidad ya ha debatido en una de sus sesiones una nueva iniciativa de racionalización y organización del tráfico en el complejo educativo del Salt de l'Aigua. Un proyecto que «ya está prácticamente acabado por los servicios técnicos municipales», según explicó el concejal. En él, se plantea una mejora en el transporte público para que los autobuses «lleguen y salgan lo más rápidamente»; un nuevo estacionamiento disuasivo para 800 vehículos que «aliviará la circulación»; y la nueva reorganización de carriles para garantizar la seguridad vial y la entrada de los servicios de emergencia.
