El pueblo de Altea vivió ayer con intensidad el Día Grande de sus fiestas patronales en honor al Cristo del Sagrario con la celebración de los actos religiosos, y un gran castillo de fuegos artificiales que se disparó tras la procesión del Cristo y San Blas, que discurrió por las calles del casco histórico.

Con posterioridad a la misa de la mañana, en honor al Cristo del Sagrario, se disparó en el paseo marítimo una mascletà de la pirotecnia Vulcano. A las 20.00 horas, comenzó la procesión con las imágenes del Cristo del Sagrario, portada por los mayorales, y de San Blas, portada por festeros de las filaes Berebers y Cristians d'Altaia, que el año pasado ostentaron los reinados moro y cristiano, respectivamente. La procesión discurrió por las calles del casco antiguo de Altea y bajó hasta la calle La Sèquia para regresar a la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Consuelo en donde se depositaron de nuevo las imágenes que estuvieron acompañadas por cientos de alteanos. En la procesión participaron los cargos festeros, las reinas y sus cortes de honor, entre otros. Finalmente, pasada la medianoche se disparó un castillo de fuegos artificiales desde la playa de L'Espigó.