La Policía Nacional ha desarticulado una organización presuntamente dedicada a asaltar a clientes y empleados de entidades bancarias en Madrid, Córdoba, Jerez de la Frontera (Cádiz), Benidorm y otras ciudades del cinturón metropolitano de la capital de España. Además, ha detenido a cuatro miembros en la localidad madrileña de Parla, tras sustraer 6.700 euros de una sucursal bancaria.

El hecho que dio lugar al inicio de la investigación fue un asalto cometido el pasado 21 de junio en Benidorm, según ha informado la Policía, que atribuye a este grupo la comisión de 12 asaltos. En esa ocasión, cuatro individuos abordaron a la salida de una entidad bancaria a un hombre que acababa de retirar dinero y presuntamente le arrojaron al suelo para apoderarse del dinero, empleando el método del 'cogotazo'. Una quinta persona esperaba en un vehículo para facilitar la huida de todos ellos tras el robo.

Tras este suceso, los agentes comenzaron una investigación para tratar de identificar a los autores, llegando a la localización del vehículo con el que habían abandonado del lugar. Tras varias gestiones, los agentes descubrieron que el coche también había sido utilizado por este grupo en un hurto llevado a cabo en un centro comercial de Valencia.

Los integrantes del grupo criminal tenían una alta organización y reparto de tareas que incluía entrar en las sucursales bancarias y aprovechar el descuido de los clientes a la hora de retirar o ingresar dinero en metálico para apoderarse del mismo o esperarlos a la salida del la sucursal para abordarlos. Asimismo, en el caso de tener alguna dificultad en la comisión del delito no dudaban en emplear la violencia para hacerse con el botín, informan fuentes policiales.

En otras ocasiones, entraban en la entidad bancaria interpretando perfectamente los papeles designados para despistar a los empleados que acababan de efectuar una operación de ingreso en efectivo. Así, antes de que pudieran introducirlo en la caja de seguridad, reclamaban su atención y hacían que perdieran de vista el dinero en metálico, momento que era aprovechado por otro miembro del grupo para apoderarse de él.

Este 'modus operandi' fue utilizado en un robo en una sucursal bancaria del Paseo de las Delicias de Madrid, donde los delincuentes lograron apoderarse de 62.500 euros en metálico.