El proyecto urbanístico Ensanche Levante, que se ubicará en los terrenos del sector antes conocido como Armanello, ha conseguido salvar el primer escollo importante de cara a su materialización. Se trata de un proyecto de urbanización de una zona de Benidorm que ha dado muchos quebraderos de cabeza a distintos equipos de gobierno de esta localidad. Un punto de la ciudad que en la actualidad presenta un estado de deterioro, de insalubridad y de inseguridad que flaco favor hace a la imagen de la capital turística de la Costa Blanca.
El planteamiento fue presentado a la Generalitat Valenciana y al Ayuntamiento de Benidorm por parte de la Agrupación de Interés Urbanístico promotora del desarrollo formada por varios propietarios de las parcelas que componen el sector. Los primeros informes sectoriales con respecto a la evaluación ambiental estratégica han sido favorables. Ahora toca tramitar el instrumento de planeamiento completo (Plan Parcial), lo que posibilitará que se comience a actuar en el terreno.
La concejala de urbanismo del Ayuntamiento de Benidorm, Lourdes Caselles, explica que «el paso que se ha dado, es un paso firme y en buena dirección», sin embargo también destaca que «este trámite es solo la punta del iceberg y se trata de un iceberg muy grande». Según Caselles, la ley marca que un procedimiento de estas características se debería solventar en un par de años, pero basándose en experiencias previas vaticina que el procedimiento pueda prolongarse por varios años más.
Desde la promotora se coincide en que será un camino largo y farragoso, pero se muestran optimistas porque por primera vez las tres partes involucradas (Generalitat Valenciana, Ayuntamiento de Benidorm y agente urbanizador), están de acuerdo con la propuesta presentada.
El modelo de Levante
La propuesta del agente urbanizador pretende dar continuidad al modelo urbanístico que caracteriza a Benidorm y que está muy presente en la zona de Levante. Plantea que esté basada en edificaciones verticales con una altura mínima de 20 plantas, que den cabida a grandes áreas verdes entre cada una de las construcciones.
El desarrollo de las 56 hectáreas del plan, reserva 175.000 m2 para zonas verdes y equipamientos, mientras que otros 21.000 m2 serán destinados a la construcción de centros escolares.
El proyecto tiene en consideración el uso de sistemas de drenaje urbano sostenible, con ello se busca favorecer la recuperación de las aguas de lluvia y utilizarlas para el riego y mantenimiento de las áreas verdes. Para poder implementar este sistema, se construirán lagunas y estanques que harán de balsas reguladoras.
Ensanche Levante contará con un gran parque con áreas de juego, zonas boscosas, así como itinerarios peatonales, de bici y de práctica de deportes como el running y similares.
En el sector se construirán huertos urbanos, también se ha tenido en consideración la instalación de elementos ornamentales y se tienen en cuenta los criterios de accesibilidad para las personas con movilidad reducida.
El proyecto contempla paradas de transporte público, aparcamiento especial para bicicleta y vehículos de personas como movilidad reducida, además de puntos específicos de control de la fauna silvestre que se integre en el parque.
