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Callosa d'en Sarrià

Les Fonts de l'Algar a rebosar... de gente

El paraje natural vive uno de los veranos de mayor afluencia de turistas, lo que ha obligado a cortar incluso el acceso a los vehículos en pleno agosto

Aspecto que presentaban en la mañana de ayer Les Fonts de l'Algar, totalmente abarrotadas de bañistas, como viene sucediendo todo el verano. Lars Ter Meulen

Casi sin poder poner una toalla en el suelo, colas para pasar por los accesos y hasta arriba de coches. Les Fonts de l'Algar, ubicadas en Callosa d'en Sarrià, están a rebosar este verano, pero no sólo por la cantidad de agua, sino porque en las últimas semanas no cabe una aguja en este entorno de piscinas naturales.

El paraje de l'Algar es uno de los más visitados en temporada alta. Su situación, su agua cristalina y fresca y su entorno llaman la atención de los turistas que pasan sus vacaciones en la comarca o incluso en la provincia, algo a lo que también ha contribuido que en los últimos tiempos es uno de los lugares más fotografiados por «instagramers» y en redes sociales; pero también es un lugar donde los vecinos intentar tomarse un respiro del calor sofocante.

El problema es que la afluencia de gente ha crecido tanto que encontrar un rincón tranquilo para pasar el día es misión casi imposible. Grupos numerosos cargados con neveras e incluso con sillas y mesas lo copan casi todo. «Hemos venido a pasar el día y prácticamente hemos comido de pie», afirma una pareja de Madrid. Y es que el entorno está cotizado y se llena en pocos minutos. Pero además, esa afluencia de gente conlleva que se saturen las zonas de aparcamiento y localizar un hueco sea complicado.

De hecho, el pasado puente de agosto, la Policía Local de Callosa d'en Sarrià tuvo que lanzar un aviso en redes sociales el 15 de agosto donde pedían «precaución en el acceso por la CV-715» ya que había sido cerrado al acceso al tráfico debido a que el aforo de vehículos estaba cubierto, algo que se repite en algunos momentos del día durante el mes de agosto. «Hemos venido con el coche y no hemos podido ni aparcar. Nos hemos ido», afirman unos turistas.

El alcalde del municipio Andrés Molina explicó que ese caso «fue puntual» debido a que «antes de que se colapse del todo, se toman precauciones». Así apuntó que se han modificado cuestiones como el horario de carga y descarga para que se haga antes de las 10.00 horas. También apuntó que en estos días «se refuerza el número de patrullas» en la zona.

Todo para intentar que uno de los parajes más conocidos de la provincia siga manteniéndose intacto. La afluencia de personas cada vez es mayor, lo que podría obligar a restringir el acceso como ya ha ocurrido en otras áreas similares, para no acabar haciendo desaparecer esta zona de piscinas enmarcada en un enclave único.

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