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Benidorm

Trabajo de bisturí para restaurar a Sant Jaume

La talla del patrón se traslada a un taller especializado de Elda para reparar los daños y dar un tratamiento a la imagen para su conservación

Algunos de los trabajos de restauración que se están llevando a cabo en el taller de Elda sobre la imagen del patrón de Benidorm. áxel álvarez

En julio de 1940, la Iglesia San Jaime y Santa Anna recibía una nueva imagen del patrón, Sant Jaume, de manos de un matrimonio del pueblo. Jaime Orts García de Presno y su mujer Margarita Llorca Orts encargaron a el escultor valenciano José López una talla del santo para sustituir a la que había sido destruida en la Guerra Civil. Esa figura es la que recorre las calles en las procesiones de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm y la que ahora está en manos de un taller de restauración de Elda para que a golpe de bisturí y con mucho cuidado vuelva a lucir el esplendor de hace casi 80 años.

Els Costalers de Sant Jaume, formado por 62 adultos y 15 niños, son los promotores de esta restauración que se ha iniciado nada más celebrarse el día de la festividad de Sant Jaume, el pasado 25 de julio. Ese mismo día, en 1940, se estrenaba la actual imagen en una procesión especial , según explica la biznieta de ese matrimonio que encargó la talla, María José Balaguer. «Mi bisabuelo se llamaba Jaime y era capitán de Marina Mercante y práctico de puerto. En unas vacaciones aquí durante la guerra la talla desapareció y él encargo después otra» que es la actual y que hasta que se hizo el retablo del Altar Mayor, ocupó ese espacio. También el tío de Jaime Orts García había encargado la anterior imagen.

Está previsto que las puestas a punto de la actual talla de madera, de 1,65 metros, y su trono estén listan para las próximas fiestas patronales de noviembre cuando volverá a salir a la calle. La imagen del patrón a caballo ha sufrido «carcoma y el deterioro por el paso del tiempo y las condiciones del lugar donde se guarda», apuntaron fuentes del grupo de Costalers de Sant Jaume. Así que han decidido ponerse manos a la obra para restaurar la figura. Finalmente es el taller de restauración de Julián del Olmo de Elda el que está llevando a cabo los trabajos. El responsable del mismo explicó a este diario que «llevamos a cabo una limpieza químico-mecánica», con la que primero «se quitan los restos de barnices» y luego «con un bisturí toda la suciedad que tiene». El siguiente paso es una «reintegración volumétrica en las zonas donde hay grietas o agujeros para después hacer una cromática» para igualar los colores. A todo ello se añadirá un tratamiento preventivo para la carcoma así como un barniz «inocuo» para proteger la imagen.

Els Costalers están de lleno metidos en la recogida de fondos para la restauración de la talla así como del trono de Sant Jaume; en total, 500 kilos junto a las andas que los Costalers sacan en procesión cada año. Para la primera fase recibieron una donación de la Comissió de Festes Majors Patronal de 2018, presidida por Paco Marín, con la que han podido comenzar a restaurarla la talla. Para lograr el resto trabajarán los próximos meses.

Recogida de fondos

Una de las ideas fue hacer «una cena» y ahora, por medio del artista Albero, «crearemos un cuadro conmemorativo así como 100 litografías numeradas que venderemos a 50 euros». Así esperan lograr unos 7.000 euros para completar el coste de la restauración.

En todo este proceso además cuentan con el respaldo de la Concejalía de Fiestas que, según explicó hace unos días el edil del área, Jesús Carrobles, «va a ser prestar apoyo, colaboración y coordinación en aquello que nos requieran los Costalers y la parroquia de Sant Jaume y Santa Anna, por ejemplo dando difusión a estas labores de restauración o facilitando a las personas interesadas en colaborar con la misma el contacto de la entidad o de la comunidad parroquial».

Ahora, els Costalers también quieren buscarle un nuevo espacio a Sant Jaume. Actualmente se guarda en un almacén de la parroquia que está cerca pero «con humedades y humos de vehículos» lo que ha podido influir también en su deterioro. «Queremos un sitio adecuado donde guardar la imagen.Reubicarla en un lugar donde se pueda ver o en uno digno», afirman los responsables. Y ese lugar podría ser la propia Iglesia de San Jaime donde ya estuvo una vez.

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