La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha denunciado que la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Altea «tiene bastantes deficiencias que aún no se han subsanado a pesar de que en octubre del año pasado se lo comunicamos por escrito al coronel jefe de la Comandancia de Alicante». En el comunicado se afirma que el cuartel de Altea tiene «humedades y ventanas por la que se cuela el aire». Y añaden que desde el mes de julio «las instalaciones oficiales están sin aire acondicionado», con lo que «los guardias y los ciudadanos que van a poner una queja, denuncia o realizar cualquier trámite, han tenido que soportar el sofocante calor del verano, incluidas las olas de calor, con un ventilador».
Según la AEGC, del mal estado de la Casa Cuartel, «en la que además de dar un servicio público viven las familias de los guardias civiles, tienen constancia los máximos responsables de la Comandancia desde hace tres años, cuando se cambiaron algunas ventanas de madera por otras de aluminio en la zona que da a la carretera N-332 porque eran más urgentes por el ruido. El resto las dejaron para más tarde y aún están sin cambiar». La falta de respuesta de la Comandancia, ha llevado a la AEGC a poner «en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno esta situación», pues «en octubre de 2018 se denunció ante el coronel jefe de la Comandancia de Alicante, y todavía no hemos recibido respuesta ni se han tomado las medidas adecuadas para subsanar las deficiencias».
Desde el cuartel de Altea, algunas fuentes confirmaron la falta de aire acondicionado en varias dependencias oficiales y de atención al público, y aseguraron que «los aparatos que hay han sido pagados por particulares».
La Casa Cuartel de Altea se ubica frente a la estación del TRAM. Se inauguró el 17 de julio de 1982 en un acto donde acudió el entonces ministro de Interior, Juan José Rosón, del Gobierno de Adolfo Suárez. El edificio se ubica en una parcela municipal de 1.000 metros cuadrados que el Ayuntamiento cedió en el año 1934 tras recibir unos terrenos de Bartolomé Such «El Tío Tolo» que se sumaron a otros donados por la marquesa Ángeles Gadea y otros municipales, aunque hasta 1979 no se iniciaron la obras. Antes, la Guardia Civil, que llegó a Altea en diciembre de 1847, estuvo en varias dependencias cedidas por vecinos del municipio (calle Consuelo del casco antiguo hasta 1920, calle Conde de Altea entre 1929 y 1946, y calle La Mar desde 1947 a 1982).
Treinta y cinco pabellones
En el cuartel viven 90 personas entre guardias civiles y familiares en treinta y cinco pabellones-apartamentos. El edificio tiene cuatro plantas donde la planta baja se destina a las dependencias oficiales con varias oficinas y vestíbulo de recepción de ciudadanos. La casa está aislada de otras colindantes entre cuatro calles que comunican entre sí y con acceso directo por una de ellas al garaje del sótano para entrada y salida urgente de vehículos.
