El empresario Salvador García Albarral falleció ayer a los 86 años de edad en el Hospital de La Vila Joiosa, donde se encontraba ingresado desde hace varios días como consecuencia de una larga enfermedad.

Originario de la pequeña localidad de Chimeneas (Granada), Salvador fue uno más de los miles de emigrantes que en los años sesenta del siglo pasado llegaron a la costa mediterránea buscando una vida mejor para sus familias. Hombre hecho a sí mismo, con una gran formación autodidacta, Salvador empezó pronto a trabajar para el único concesionario de los entonces muy básicos servicios de hamacas y sombrillas de las playas de Benidorm

De fuertes convicciones progresistas y con gran ascendencia sobre sus compañeros, cuando aquella única concesión fue retirada tras la llegada de la democracia y los servicios playeros salieron por primera vez a concurso divididos en distintos lotes, Salvador lideró el único grupo de trabajadores que se unió para constituir una empresa y participar en aquella subasta convocada por el Ayuntamiento, en la que consiguieron adjudicarse uno de los tramos más emblemáticos de la playa de Levante, el de Rincón de Loix. La empresa siguió funcionando hasta su retirada, a mediados de los años 90.

El funeral por el alma de Salvador García Albarral tendrá lugar esta tarde, a las 18 horas, en el tanatorio comarcal de la Marina Baixa, donde anoche se instaló la capilla ardiente.