¿Fue un éxito la expedición que Fernando de Magallanes y Juan Sebastián de Elcano emprendieron en el siglo XVI financiada por la corona española? Esta fue la introducción que hizo Juan Rodríguez Garat, exalmirante de la flota española hasta septiembre pasado y actualmente responsable del Instituto de Historia y Cultura Naval de España en su visita a Benidorm donde dio una charla ante un auditorio lleno organizada por la Fundación Frax.

"Si nos atenemos al resultado, no se consiguió el objetivo plenamente, pero la realidad es que aquel viaje constituyó un hito histórico que muchos comparan con la llegada del hombre a la luna, aunque en realidad fue mucho más, ya que mientras la segunda gesta conocía recorrido, distancia y duración del viaje, en la primera circunnavegación de la Tierra, que partió el 20 de septiembre de 1519 del puerto de Sanlúcar de Barrameda, se iba a ciegas, sin fecha de retorno y sin conocer la ruta que habían de seguir las cinco naves previa bendición del emperador Carlos I", afirmó el almirante.

El salón de actos del Ayuntamiento de la ciudad se quedó pequeño para acoger a los interesados en escuchar la conferencia organizada por la Fundación Frax sobre el legado de Juan Sebastián de Elcano, que ocuparon todos los asientos y hasta los pasillos. Entre el público, compartiendo espacio con el presidente de al Fundación Frax, Matías Pérez Such, se encontraban personajes como el General Jefe del Mando de Operaciones Especiales (MOE), Raimundo Rodríguez Roca; el Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, José Hernández Mosquera; el Subdelegado de Defensa en Alicante, Coronel de Infantería de Marina Juan Bosco Montero Prado; el diputado nacional Agustín Almodóbar, o el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, junto con un buen número de concejales, militares y gentes con ascendientes vinculados a la Armada y al mar.

El conferenciante no defraudó a nadie. Lejos de dictar una conferencia de contenido netamente histórico, el almirante Juan Rodríguez Garat disertó sobre lo que significó y significa aún hoy aquella expedición que duró tres largos años, con el establecimiento de nuevas rutas comerciales y el descubrimiento del bautizado como Estrecho de Magallanes, enlace entre Atlántico y Pacífico. "No sabían lo que se iban a encontrar, y de las cinco naves que partieron en aquella expedición sólo regresó una, la Victoria, al mando de Juan Sebastián de Elcano, que sustituyó a Fernando de Magallanes cuando éste falleció en Filipinas. De los 239 hombres que integraban las tripulaciones, sólo sobrevivieron 18".

¿Y cuál era realmente el cometido de aquel viaje? Pues alcanzar las Islas Molucas, en Indonesia, determinar el alcance del Tratado de Tordesillas y anexionarlas a la corona española por su riqueza en producción de especias muy reclamadas en Europa y el resto del mundo conocido, sobre todo nuez moscada y clavo. Además, se quería demostrar que se podía lelgar antes a Indonesia por Occidente que por Oriente, lo que resultó falso.

Magallanes empieza la aventura de llegar a las Molucas navegando por occidente, situadas más allá del límite del Tratado de Tordesillas, de 1494, tratando de demostrar que estas islas pertenecían a Castilla y no a Portugal. En 1521, Magallanes cruzó el paso interoceánico que lleva su nombre y tomó camino hacia el noroeste. La expedición española fue tocando tierra en varias de las islas de las hoy conocidas como Filipinas, enfrentándose en muchas de ellas con los indígenas. En uno de esos enfrentamientos murió Magallanes y su segundo, Juan Sebastián de Elcano, consiguió completar el viaje, llegando a las islas Molucas a finales de 1521. Volvió a España desde las islas en 1522, después de dar la vuelta al mundo navegando siempre hacia el oeste. Años después los españoles crearon un fuerte en la isla de Tidore, pero los portugueses desembarcaron y derrotaron a los españoles en 1529. Tuvieron que retirarse, y así España perdió las soberanía que daba sentido a la expedición.

El almirante Juan Rodríguez Garat lo contó de forma animada para concluir que, en su opinión, "hay que normalizar el conocimiento de nuestra historia, pues lo que para algunos fue un fracaso cambió el mundo".