Altea tendrá una nueva playa que, con toda probabilidad, estará acabada a finales de 2020 o primeros de 2021, un año después de la licitación de las obras que, tal y como anunció ayer el alcalde Jaume Llinares, se publicará en diciembre.
Este proyecto tiene un presupuesto de cinco millones y medio de euros y contempla crear una playa entre la de El Espigó y La Roda, en el espacio que ocupa actualmente el aparcamiento público y gratuito del paseo marítimo, formándose, de esta manera, una gran playa urbana entre el puerto y el río Algar.
El alcalde de Altea explicó que esta obra «es muy compleja» porque, además de la parte marítima, «pretendemos remodelar el paseo existente y ganar todo el espacio del actual aparcamiento para convertirlo en una gran zona lúdica y de paseo para las personas».
En este sentido, Llinares señaló que el Ministerio para la Transición Ecológica «se hará cargo de las obras de regeneración de la parte marítima, que ascienden a 2,3 millones de euros, y el Ayuntamiento acometerá las obras de la zona terrestre por un importe de 3,2 millones de euros».
Con la eliminación del aparcamiento actual del paseo marítimo «se permitirá una relación más directa entre la ciudad y el mar», aseveró el primer edil.
Desde el Ayuntamiento ya están trabajando para adecuar aparcamientos en la segunda línea. «Hemos realizado un estudio de viabilidad de un aparcamiento subterráneo en la zona comprendida entre la calle La Roda y el puerto, una alternativa más ventajosa que el actual, tanto por el número de plazas como por la viabilidad del proyecto», indicó el primer Jaume Llinares.
Además explicó que a mediados de la pasada semana se desplazó a Madrid una delegación del equipo de gobierno encabezada por él para mantener una reunión con el subdirector general para la Protección de la Costa, Ángel Muñoz, «con la finalidad de continuar con el proceso de licitación de las obras de la nueva playa y el paseo de la fachada litoral de Altea».
Quejas de restaurantes
Quejas de restaurantesEste proyecto de Altea viene acompañado de polémica. La construcción de la playa de L'Espigó, entre la desembocadura del río y el aparcamiento del paseo marítimo, que finalizó en septiembre de 2016 dentro de la primera fase de la rehabilitación del frente litoral urbano de Altea, supuso una mejora y un atractivo para toda la zona donde se ubican numerosos restaurantes.
Sin embargo, la futura supresión del aparcamiento del paseo marítimo que quiere llevar adelante el equipo de gobierno dentro de la segunda fase de rehabilitación del frente litoral ha sido objeto de polémica y de rechazo por parte de la mayoría de hosteleros que piensan que perderán clientela.
Jaume Llinares mostró su desacuerdo en dicha polémica puesto que «se mejorará el entorno parando la regresión costera» además de que «es una oportunidad de recuperar los usos públicos de la primera línea», aparte de que desde el Ministerio «se nos ha dicho que no va a construir una playa para coches».
Además, el Ayuntamiento ha previsto construir un aparcamiento subterráneo en la calle san Pedro, aparte de remodelar la zona del Club Náutico de Altea donde podrán aparcar a su alrededor 500 vehículos.Cómo evitar los daños ecológicos en el río Algar
Cómo evitar los daños ecológicos en el río AlgarToda iniciativa que se lleve a cabo en primera línea costera conlleva riesgo de daño ecológico. El Ayuntamiento de Altea aclara desde ya que que la exposición pública de los dos proyectos para construir una nueva playa en la ciudad, la actuación en la zona marítima y la terrestre, no ha tenido ninguna alegación. Es más, desde el Consistorio se ha llegado a un acuerdo con diferentes propietarios de las parcelas junto al río Algar para extraer los áridos y cantos rodados necesarios para crear la nueva playa del casco urbano. Una extracción que estará vigilada epor el Ministerio para evitar daños ecológicos al río.
