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Una N-332 saturada y con dos puntos negros recibe a los turistas en verano

El ya de por sí elevado tráfico en la principal vía de la Marina Baixa se incrementa en un 10% en los meses estivales - El tramo entre Benidorm y Altea registra una quincena de accidentes al cabo del año

Un vehículo accediendo a la N-332 en el término de l'Alfàs. DAVID REVENGA

La saturada y conflictiva carretera N-332 recibe un verano más a los miles de turistas que en estas fechas acuden a la Marina Baixa para disfrutar de sus vacaciones o de alguna jornada libre. Los visitantes se suman así a los vecinos de la comarca y otros usuarios habituales de la vía, para quienes la precaución a la hora de circular por esta zona ya forma parte del día a día. Pese a que el estado que presenta es general bastante bueno en cuanto a trazado y conservación, la densidad del tráfico es una cuestión insalvable, y también la peligrosidad: además de los problemas de congestión en los accesos a La Vila Joiosa y Benidorm y en la travesía de Altea, la N-332 tiene en la comarca dos tramos consecutivos de concentración de accidentes, en el término municipal de l'Alfàs del Pi.

En el apenas kilómetro y medio que separa el extremo norte de la variante de Benidorm y el principal acceso a la zona costera de l'Albir -un cruce bastante peligroso a través del cual también se accede al casco urbano de l'Alfàs- se produjeron 16 accidentes de importancia durante el año 2017, según los registros más recientes que ofrece el Ministerio de Fomento. En estos siniestros resultaron heridas 19 personas, aunque ninguna de ellas requirió hospitalización. En esta zona son habituales las colisiones, debido a los numerosos cruces a nivel que hay o por alcance, en puntos en los que hay regulación semafórica. Y eso aun después de haberse efectuado una gran mejora en este tramo como fue la construcción de una rotonda en el principal acceso al casco urbano de l'Alfàs. Se aprecia con claridad en la evolución de la estadística, ya que en 2016 la cifra de heridos fue de 25, y uno de ellos con carácter grave; en 2015 incluso falleció una persona.

En líneas generales, en los meses estivales el tráfico en la N-332 a su paso por la Marina Baixa se incrementa en torno a un 10%, tal y como señalan los datos de intensidad media diaria del Ministerio de Fomento. Así, a la altura de la variante de La Vila se pasa de una media anual de 26.715 vehículos al día a más de 30.000 en julio y agosto, según la estadística provisional de 2018. Esto supone que haya problemas puntuales de congestión, en un tramo donde cualquier día del año es obligado circular extremando las precauciones porque el tráfico es muy intenso para tratarse de una vía convencional, cuya ampliación no se contempla por el momento.

Un poco más al norte, en la variante de Benidorm, la circulación es general más fluida gracias a que se encuentra en parte desdoblada, aunque la intensidad viaria crece tanto por los desplazamientos cortos y la accesibilidad desde la AP-7 que al final el problema es casi idéntico: 53.289 vehículos diarios de media durante 2018, y puntas de más de 59.000 en julio y agosto. El acceso desde la autopista a Benidorm, por su parte, sí se congestiona con mucha más facilidad en cualquier periodo vacacional, aunque por el momento este verano no ha habido complicaciones importantes.

El norte de la Marina Baixa presenta otro de los puntos conflictivos por excelencia de la N-332: la travesía de Altea, la más importante de cuantas quedan en esta carretera en la provincia y para la que no se prevé una solución a corto o medio plazo a través de los Presupuestos Generales del Estado -máxime al estar sin aprobar las cuentas de 2019-, tal y como publicó recientemente este periódico. El angosto trazado de la vía por el casco urbano alteano seguirá sufriendo, al menos este verano, el paso de más de 21.000 vehículos cada día, además de hacer de tapón en las comunicaciones por carretera entre la Marina Baixa y la Marina Alta. Una comunicación que, si ya durante todo el año es intensa, se incrementa en época estival por el turismo y el acceso a las playas. Tocará pues, armarse de paciencia y precaución al salir a la carretera.

A la espera de la anunciada supresión del peaje en enero

Si se cumplen las últimas promesas hasta la fecha en torno al futuro de la AP-7, el tráfico en la Marina Baixa podría ser más fluido en el verano de 2020 en lo que a los desplazamientos más cortos se refiere. Tras la afirmación realizada esta semana por el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Julián López Milla, de que el peaje se suprimirá con el final de la concesión de la autopista el 1 de enero, no queda otra que esperar. Falta por ver también si el tráfico en la vía se incrementa; por el momento, la circulación aumenta de manera muy significativa en verano, con 28.000 vehículos diarios en julio y más de 32.000 en agosto, frente a una media anual de poco más de 19.000.

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