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La Vila Joiosa

Nacido en la Nacional 332

La mujer que dio a luz en un coche de camino al Hospital relata la rapidez del parto: «Con dos empujones tenía al bebé en mis brazos»

Tania y Mike, el bebé con tanta prisa por nacer que lo hizo en el coche de camino al hospital. DAVID REVENGA

Los mofletes redonditos de Mike y la calma que desprende agarrado al pecho de su madre menos de 24 horas después de su nacimiento distan una eternidad de la prisa con la que este pequeño quiso llegar al mundo. Porque a pesar de que a su madre ya le habían advertido los médicos de que el niño venía grande, sus 3,800 kilogramos y sus 53 centímetros de estatura no le impidieron este miércoles abrirse paso a la vida con tanta velocidad que a sus padres ni siquiera les dio tiempo a llegar al Hospital. «Le dije que parara, que parara el coche porque yo solo tenía ganas de empujar. Con un primer empujón noté que salía la cabeza y al segundo, ya lo tenía en mis brazos». Así relata Tania, la feliz mamá, la rapidez con la que se produjo el parto, un parto que tuvo como inesperado escenario el asiento del copiloto de su coche, en mitad de la carretera Nacional 332.

Mike es el segundo hijo de Tania y Joaquín, una pareja de La Nucía que se estrenó en la aventura de la paternidad en 2016 con Enzo, el hermano mayor. Entonces, el niño nació por medio de un parto inducido que se prolongó cerca de 9 horas. «Con el segundo nos habían dicho que la cosa suele ir más rápida, pero claro, nadie se imagina que en realidad vaya a ir tan, tan rápido que no te dé tiempo a nada». Tania, de 38 años de edad, comenzó a sentir contracciones más rápidas y continuas alrededor de las 13.30 horas del mismo miércoles. Poco después recogió a su hijo mayor de la guardería y ya empezó a notar que todo se aceleraba. «Llamé a mi pareja y salimos camino de la clínica Vistahermosa de Alicante», donde inicialmente habían previsto que tuviera lugar el nacimiento.

En Benidorm tomaron la autopista AP-7 pero a la altura de La Vila Tania le pidió a su marido que se saliera de la vía rápida: «Sentía que no íbamos a llegar a Alicante, así que preferimos salirnos y acercarnos al Hospital de La Vila, que era lo más cercano». Salieron de la AP-7, pasaron la rotonda de la Ermita y al subir la cuesta para incorporarse a la N-332 rumbo al Hospital Comarcal, se desencadenó el expulsivo del parto. «Joaquín paró el coche y cuando estaba llamando a la ambulancia empujé y vi que salía el niño», explica esta mujer, que esperó con el bebé en brazos, tranquila después de oírle llorar y de ver que todo estaba -o parecía estar- bien, hasta que llegaron a la zona Policía Local, Guardia Civil y los servicios sanitarios, que cortaron el cordón, certificaron que tanto el bebé como la madre estaban en perfecto estado y los trasladaron, ahora sí, hasta el Hospital, donde ingresaron sobre las 15.30 horas.

Un día después, con el susto ya pasado y casi recuperada al cien por cien, Tania reconoce que el nacimiento de su segundo hijo parece más el argumento de una película que la vida real: «Es la típica historia que has oído alguna vez o que has visto en las películas pero jamás en la vida me imaginé que me pudiera pasar a mí», dice medio en risa medio con resignación. Sus amigos y entorno más cercano siguen alucinando cuando les cuenta cómo transcurrió todo: «Me enviaban por WhatsApp el enlace con la noticia del periódico preguntándome si por casualidad era yo. No se lo podían creer», dice. A sus hijos les contará la historia cuando sean mayores: «Será como un cuento».

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