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Altea prohíbe el uso y consumo de agua en una urbanización por estar turbia

El alcalde emite un bando que coge por sorpresa a los vecinos - La calidad del caudal incumple los valores microbiológicos

Urbanización de Altea que sufre la prohición de usar y consumir agua. david revenga

Los moradores de las diecinueve viviendas de la urbanización Casitas del Riquet, situada en la falda de la Sierra Bernia, a la derecha de la carretera que une Altea la Vella con Callosa d'En Sarrià, se vieron ayer sorprendidos con el bando municipal mediante el que se indicaba que el agua de sus casas «no es apta para el consumo humano, preparado de alimentos e higiene personal». Los vecinos desconocían esta situación hasta que fueron avisados por la Policía Local y funcionarios del Ayuntamiento de Altea tras recibir las órdenes pertinentes del alcalde Jaume Llinares.

A primera hora de la mañana se recibía en el Ayuntamiento un comunicado procedente de la Dirección General de Salud Pública que, a través de la Subdirección General de Epidemiologia, Vigilancia de la Salud y Sanidad Ambiental, emitió dentro del ámbito de sus competencias, una restricción del uso de agua de consumo humano en esta zona concreta de abastecimiento del municipio de Altea. Inmediatamente se pusieron en marcha los protocolos pertinentes y desde el Ayuntamiento se dio aviso personalmente a los vecinos afectados, se emitió un bando y la Policía Local informó de la situación a través de su página en Facebook.

Desde salud Pública informaron ayer que, «con relación a la normativa vigente en lo relativo a la calidad del agua de consumo humano, es decir, al Real Decreto 140/2003 y Decreto 58/2006, la calidad del agua de la zona citada incumplía en lo relativo a los valores paramétricos microbiológicos, turbidez, hierro y ausencia reiterada de desinfectante residual».

Riesgo para la salud

Con el objeto de evitar riesgos para la salud del consumidor, «se calificó el agua de la citada zona de abastecimiento como no apta para el consumo humano, preparado de alimentos e higiene personal, pudiéndose utilizar para cualquier otro uso».

La citada restricción fue comunicada desde el Centro de Salud Pública de Benidorm al Ayuntamiento de Altea y también se le comunicó por parte del CSP al gestor del abastecimiento, que es la propia comunidad de propietarios conformada por 19 viviendas, según los estatutos de esa comunidad. Desde el Ayuntamiento de Altea y desde la Dirección General de Salud Pública se informó ayer por la tarde que esta situación «se mantendrá hasta que, tras implantación de medidas correctoras adecuadas y confirmación de situación de normalidad mediante control analítico, según marca el artículo 27.6 del RD 140/2003, se comunique el levantamiento de dicha restricción».

El concejal de Infraestructuras y Recursos Hídricos, Diego Zaragozí informó, no obstante, que esta situación «no tiene nada que ver con el servicio de la red de suministro municipal de agua potable de Altea», pues el agua de Casitas de Riquet la suministra la empresa que presta servicio en las urbanizaciones de la sierra de Altea, desde algún pozo o depósito de agua privados.

Así y todo, Zaragozí mostró su preocupación por el hecho de que «llevamos más de 30 años en el Ayuntamiento intentando que las urbanizaciones de la sierra dispongan del servicio municipal de aguas potables. Un tema prioritario que llevaremos a cabo en esta legislatura»

Por otro lado, el edil de Recursos Hídricos avanzó que se va a construir una potabilizadora en Altea «para paliar los problemas de turbidez como los que hubo el año pasado».

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