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Benidorm

El incierto futuro del mural de Baeza

La propiedad donde está el mosaico de 6 metros lleva tapiada más de 10 años y los dueños plantean otro edificio para oficinas

El mural de Baeza. david revenga

Tiene más de seis metros de alto, más de cinco de ancho y en él se puede ver un antiguo coche entre elementos mecánicos. Se trata de uno de los murales al aire libre que tiene Benidorm obra de Manuel Baeza y que está ubicado en la fachada de un edificio en pleno centro urbano donde languidece con el paso de los años mientras se decide dónde ubicarlo. Y es que está previsto que el inmueble, ahora deteriorado e incluso con grietas visibles, sea derribado para dar paso a uno nuevo, aunque el proyecto lleva pendiente más de un año.

La propiedad se sitúa en la Vía Emilio Ortuño, una de las más concurridas de la ciudad, y cerca del Ayuntamiento, la plaza Triangular o el casco antiguo. El edificio lleva abandonado y tapiado más de 10 años pero en sus fachadas y escaleras puede verse el paso del tiempo con grafitis y puertas rotas fruto del abandono y vandalismo. Solo resisten los locales comerciales de debajo de él con un conocido bingo así como un restaurante.

Hace más de un año, los dueños del edificio presentaron en el Ayuntamiento de Benidorm un proyecto de reforma interior (PRI) que llevaban años formulando para derribarlo y dar paso a otro inmueble con más edificabilidad en el que se situarían oficinas. Sin embargo, el tiempo ha pasado y nada se ha hecho. Así que el inmueble sigue deteriorándose y con él, el mosaico del artista Manuel Baeza. Por ello, Ciudadanos (Cs) ha solicitado al Ayuntamiento que actúe «de urgencia» en el edificio ante «el lamentable estado» del mismo «con riesgo evidente de desprendimientos de la fachada sobre la vía pública». Así, el portavoz Juan Balastegui ha exigido al gobierno del PP «celeridad en tomar medidas urgentes preventivas para solucionar un problema que viene desde hace más de una década» ya que recordó que en 2007 el edificio «ya estaba desalojado».

De hecho ha recordado precisamente este proyecto que está parado desde hace año y medio y que sería la solución al deterioro del inmueble. Pero mientras eso llega, desde la formación naranja apuestan por afianzar lo que hay en pie y, sobre todo, que sea seguro ante los posibles desprendimientos. Para ello, Balastegui ha planteado que se tome alguna medida como las que ya se han hecho en otros edificios anteriormente «como el conocido hotel Selomar». Por lo que plantean «colocar una lona de protección ante posibles desprendimientos de cascotes e incluso para mejorar la imagen de esa ruina ubicada junto al Ayuntamiento» y en pleno centro de la capital turística. Además, también recalcó la necesidad de encontrar una ubicación a ese mural que lleva tanto tiempo decorando una de las fachadas más céntricas del municipio por donde pasan cada día miles de personas.

El actual inmueble fue construido en 1964 y los propietarios presentaron un proyecto hace más de un año bajo el nombre de «PRI Antiguos Talleres Renault». En él se incluía que la nueva finca contaría con mayor edificabilidad a cambio de realizar distintas cesiones al patrimonio municipal. El actual edificio ocupa una superficie de 1.300 metros cuadrados y tiene más de un millón de metros cuadrados de edificabilidad lucrativa y planteaban aumentarla en unos 1.200 metros cuadrados. A cambio, el Ayuntamiento percibiría más de 600 metros cuadrados de suelo en la misma parcela.

Sin ubicación

¿Y qué pasará con el mural? Pues los propietarios estarían dispuestos a donarlo y en ese convenio urbanístico estaría recogida esta cuestión. El problema está dónde ubicarlo. La concejala de Urbanismo, Lourdes Caselles, explicó a este diario que «con ese tamaño» hay que buscar un lugar idóneo donde poder volver a colocarlo. Este mural de 6.68 metros de alto y 5,36 metros de ancho es un mosaico de teselas elaborado a mediados de los años 60 por el artista alicantino Manuel Baeza y hace alusión al mundo de la automoción, actividad de los antiguos locales comerciales del inmueble, de ahí también el nombre dado por los dueños al PRI.

Pero antes de moverlo, hay que terminar con el proceso administrativo para que ese PRI vaya adelante y se puede mejorar la imagen de esta zona. Con todo, la concejala de Urbanismo indicó que «estaba pendiente precisamente un informe de la Conselleria de Cultura» sobre ese mural donde se especifica cómo hay que conservarlo y retirarlo. Un documento que ya obraría en posesión de los propietarios que tendrán que «adaptar lo que dice» al proyecto que tenían en un principio. La edil de área explicó que el gobierno está a la espera de que los promotores de ese inmueble «adecuen el proyecto», lo presenten en el Consistorio de nuevo y «poder aprobarlo en el pleno» para darle luz verde.

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