Benidorm ha arrancado el verano sin poder poner en marcha las nuevas normas para que circulen por las calles de la ciudad los patinetes eléctricos, los «segways» o cualquier tipo de vehículo de movilidad personal. Y es que la modificación de la Ordenanza de Movilidad en la que se van a enmarcar estos elementos aún está pendiente de un último trámite, el de la aprobación definitiva, después de que el proceso para realizarla arrancara hace más de un año.
El Ayuntamiento de Benidorm comenzó a hablar de controlar la proliferación de este tipo de patinetes y vehículos a motor en 2017 cuando Ciudadanos (Cs) propuso la regulación de los mismos. No fue hasta junio del pasado año cuando se llevó por primera vez a pleno la modificación de la norma municipal para incluir varios aspectos para garantizar la seguridad tanto de los conductores como de los viandantes.
Así, esa modificación se retiró hasta en siete ocasiones del pleno tras «tumbarla» la oposición del anterior mandato al considerar, entre otras cuestiones, que ese cambio en la ordenanza no tenía que venir de la mano de otro pendiente: el de la creación de la zona verde de aparcamiento para residentes. Fue en marzo de este año cuando, tras separarlo el anterior gobierno del PP y CBM de esta cuestión, cuando se modificaron los artículos de la actual ordenanza para incluir las nuevas cuestiones para regular estos vehículos de movilidad personal.
Ahora, y pasada la exposición pública, solo queda pendiente un trámite: resolver la única alegación que se ha presentado a la misma, según explicó el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate. Una cuestión que está prevista para el pleno de finales de julio. Por tanto, la norma podría comenzar a aplicarse antes de que finalice el verano a pesar de que la intención es que hubiera estado en marcha antes. Y es que Benidorm se alzó en un primer momento como el primer municipio que se había propuesto poner coto a los patinetes eléctricos. Sin embargo, la pelea entre el anterior gobierno y oposición, los trámites y unas elecciones de por medio han hecho que la ordenanza lleva más de un año de retraso. Tanto que ciudades como Alicante le han pasado por delante, aunque el modelo que va a usar Benidorm llamó la atención de la DGT a la que el Ayuntamiento de Benidorm mandó el borrador hace tiempo.
Casco, seguro y multas
Como ya publicó este diario, la nueva normativa recoge multas de 100 hasta 500 euros por incumplir alguno de los artículos. Entre ellos, marca que no se podrá ir por aceras ni por carriles bici que también estén en ellas; tampoco por las ciclovías (es decir, aquellos carriles para bicicletas pintados en medio de la calzada y que comparten deportistas y conductores; y en las zonas peatonales reservadas solo para personas tampoco. Así que solo les quedan las calzadas.
Además el casco será obligatorio así como tener un seguro de responsabilidad civil. Las limitaciones también serán para aquellos que quieran usar estos vehículos como reclamo turístico. Para las rutas organizadas, no podrán ir más de 10 personas por grupo, incluido el guía, y la distancia entre esos grupos será de 50 metros. En cuanto al estacionamiento, solo podrán hacerlo en espacios habilitados. La normativa recoge otras cuestiones como que se creará un registro de estos vehículos y que llevarán un código QR para facilitar la labor de la Policía Local.
La capital turística controlará los VTC con la nueva ley autonómica aprobada
El Ayuntamiento de Benidorm aplicará la normativa del Consell en lugar de modificar la ordenanza de Movilidad
Precontratación del servicio con 15 minutos de antelación, no poder buscar clientela en la vía pública o espacios abiertos y no estacionar en la vía pública a la espera de viajeros. El Ayuntamiento de Benidorm controlará y regulará a las empresas de VTC mediante el Decreto/Ley 4/2019 del 29 de marzo del Consell, relacionada con estos vehículos sin conductor.
Como ya publicó este diario, la llegada de Cabify a la capital turística hizo que la Concejalía de Movilidad reclamara varios informes para ver si se modificaba la actual ordenanza o de qué manera se tenía que regular la llegada de estos vehículos con conductor a la ciudad. Así, según confirmó ayer el concejal del área José Ramón González de Zárate a este diario, será finalmente por medio de la aplicación directa de tres de estos artículos del Decreto Ley como se controle la actividad de estos VTC.
Así, el departamento ya ha dado la orden a la Policía Local para que se rijan por esta normativa que, entre otras cuestiones, recoge que los servicios de estos coches con conductor se tendrán que reservar con 15 minutos de antelación.
Pero además no podrán «captar» clientes en la vía pública sin que se haya hecho la reserva del servicio anteriormente. Así que, por ejemplo, en los eventos que celebra la ciudad como el Low Festival o conciertos, estos coches no podrán estar apostados en las inmediaciones para buscar clientes. «Para esos casos, trabajan todos los taxis de la ciudad que tienen incluso parada dentro del recinto», afirmó el edil.
