Ha llegado el verano y los vecinos de Orxeta siguen sin poder acceder al municipio por su carretera principal. Y es que las obras de ampliación del puente de la CV-770, que arrancaron en marzo, aún están en marcha a pesar de que el plazo dado para su finalización ya ha expirado. Así, el paso seguirá cortado al menos hasta mediados de julio.
Los operarios se afanan estos días por avanzar en los trabajos para rematar la plataforma de esta estructura que se ha ampliado y se puede ver ya cómo quedará finalmente. Así, faltaría aún el asfaltado así como rematar los laterales de esta obra en los que están incluidas las nuevas barandillas, entre otros elementos. Así que los residentes de Orxeta aún tendrán que esperar para dejar de dar un rodeo para acceder a la localidad situada en el interior de la Marina Baixa. Como ya publicó este diario, las obras comenzaron el 4 de marzo cuando la Diputación de Alicante, quien subvenciona los trabajos, comenzó a colocar la cartelería. Solo unos días más tarde, se cortaba el paso al tráfico de la CV-770 para empezar con la ampliación del actual puente para ensancharlo y así acabar con un punto negro, ya que apenas cabían dos vehículos pasando a la vez. Esos trabajos arrancaban ya con cinco meses de retraso.
Ahora, con la ampliación avanzada, el plazo para finalizarla también será más del previsto. El tiempo estimado para acabar el grueso de los trabajos era de tres meses, algo que se cumplía esta semana, según el alcalde José Vicente Ferriz. «Aún tienen que asfaltar y acabar las barandillas», añadió, unos trabajos que «se alargarán aún una o dos semanas». Por lo que el municipio teme que hasta bien entrado julio tendrán que seguir dando un rodeo para llegar a La Vila por Finestrat, donde los vecinos de Orxeta acude a realizar tareas sanitarias o educativas, ya que un centenar de alumnos acuden allí al instituto.
Quejas de los vecinos
Tres meses de rodeo ha hecho que los vecinos de Orxeta muestren su descontento. Y es que los cerca de 800 residentes han estado haciendo el doble de kilómetros y entre 10 y 20 minutos más de camino para ir a La Vila con el correspondiente aumento del gasto también en gasolina. Unas quejas que han estado trasladando al Ayuntamiento que sigue pidiendo paciencia. Además, según las fuentes consultadas, también ha provocado un aumento de tráfico en caminos que antes apenas pasaban vehículos con las molestias también para los vecinos de esas zonas.
Con todo, Ferriz apuntó que «Creíamos que empezaría el verano con el paso abierto; la gente está cansada». Así que esperan que, al menos, para finales de julio esté todo acabado y así facilitar la llegada al pueblo en agosto, cuando más vecinos vuelven a sus casas a pasar las vacaciones.
