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Altea

Protestas por el intento de abrir una bocana en el Portet de l'Olla

Las obras fueron paralizadas cautelarmente el lunes para evitar que continúen amenazando la Cala del Solio

Excavadora aparcada en el Portet de l'Olla y, al fondo, las losas depositadas donde pretenden abrir la nueva bocana. DIEGO COELLO

El Portet de l'Olla sigue dando quebraderos de cabeza a los vecinos de la Cala del Soio y el Ayuntamiento de Altea. El pasado lunes, la concesionaria de la instalación náutica, Vincelen 2006 SL, retomó las obras para construir una nueva bocana que sustituyera a la actual después de estar paralizadas casi cuatro años.

Si la legislatura pasada acabó con una gran manifestación vecinal en contra de las obras que pretendían abrir una nueva bocana en la cara sur del puerto, consiguiendo la paralización cautelar de las mismas por Obras Públicas en agosto de 2015, esta semana de final de legislatura se ha vuelto a crear una situación similar con la llegada al puerto el pasado lunes por la mañana de una retroexcavadora para reiniciar las obras de apertura de la bocana. Al final, los técnicos de Medio Ambiente ordenaban de nuevo ayer la paralización de las mismas y a primera hora de la tarde se retiraba la maquinaria después de devolver a su lugar de origen las losas del muro del «Portet» que habían sido retiradas el lunes para proseguir los trabajos.

El reinicio de las obras las autorizó el pasado 27 de mayo el ingeniero técnico de Obras Públicas, adscrito al Servicio de Explotación de Puertos de la Generalitat Valenciana, Gustavo González, chocando frontalmente contra la declaración reciente del entorno de la Cala del Soio como Monumento Natural Protegido.

Con dicha autorización de Puertos, la administradora de Vincelen 2006, Elena Ruano, procedió a reanudar el lunes las obras amparándose también en una sentencia favorable del Tribunal Supremo dictada el 18 de febrero de 2016 en contra del recurso de casación que interpuso el Ayuntamiento de Altea en noviembre de 2015 contra la sentencia que el 31 de marzo de 2015 emitió el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, en la que daba por válida la autorización que la Consellería de Infraestructuras y Transportes otorgó el 27 de octubre de 2010 para que la concesionaria cambiase el emplazamiento de la bocana del «Portet».

El afloramiento volcánico protegido fue el argumento que esta semana presentaron ante Medio Ambiente el Ayuntamiento de Altea y los vecinos de La Olla para paralizar la reanudación de las obras. Máxime cuando esta consellería inició en marzo pasado el expediente de declaración de Espacio Natural Protegido a la Cala del Soio y su entorno de origen volcánico con una antigüedad de 225 millones de años.

El lunes dieron un plazo de 5 días a Vincelen para que presentase la documentación, y ayer su administradora ordenaba la puesta en marcha de la maquinaria pesada ante el estupor, y temor, del vecindario.

Precisamente los vecinos de la cala son los vigilantes que velan para que este espacio natural no sufra más daños. Y fueron ellos quienes dieron el lunes, y ayer, la voz de alarma ante las autoridades municipales para que se tomasen las medidas oportunas de protección, como así ha sido con la implicación personal del alcalde en funciones, Jaume Llinares, y la concejala de Medio Ambiente en funciones, Beatriu Nomdedeu.

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