La resaca de la mayoría absoluta obtenida por el Partido Popular de Benidorm en las municipales del pasado 26 de mayo es alargada. Al menos, por lo que se refiere a los grupos que conformarán la futura oposición. Ni PSOE ni Ciudadanos, que obtuvieron diez y dos ediles respectivamente frente a los 13 del PP, han lanzado al alcalde Toni Pérez ninguna petición o exigencia previa al pleno de investidura que se celebrará este sábado ni tampoco han pedido saber qué hay en la cabeza de Pérez con respecto al reparto y composición de la nueva corporación. Esto es, cuántos asesores o dedicaciones exclusivas necesitaría cada grupo ni cuántos está dispuesto a ceder el PP.
La ley de Haciendas Locales establece que Benidorm, por su tamaño y número de concejales en el pleno -25- podría disponer de un máximo de 15 dedicaciones exclusivas y de un máximo de 12 contratados como personal eventual, lo que popularmente se conoce como cargos de confianza. A partir de ahí, el gobierno local es libre de repartirlos como más le convenga, sobre todo en esta ocasión, donde su posición de mayoría absoluta le permite distribuirlos sin necesidad de acuerdo con la oposición. Aunque, tal y como han señalado fuentes del PP, su intención es sentarse a hablar a partir del próximo lunes con ambos grupos para «conocer sus necesidades, plantear propuestas e intentar cerrar acuerdos».
De vuelta a la Universidad
Por lo pronto, y a preguntas de este diario, ambos partidos han avanzado que votarán a sus propios candidatos, Rubén Martínez (PSOE) y Juan Balastegui (Cs) en la sesión, por lo que no harán ningún guiño al gobierno local ante la posibilidad de votar en blanco para así obtener después un acuerdo más favorable.
Y después, ¿qué? Aunque ambos grupos están a la espera de lo que les plantee el PP, sus portavoces adelantaron ayer algunas cuestiones. Por ejemplo, que Rubén Martínez volverá a compatibilizar en este mandato su labor como líder de la oposición con sus tareas como profesor universitario, por lo que no tendrá dedicación exclusiva. Otra cosa será ver cuántas le tocan a su grupo, que en el anterior mandato dispuso de cuatro dedicaciones a tiempo completo -cuyos titulares repiten en esta legislatura como concejales- para repartir entre sus siete concejales, además de dos cargos de confianza. Ahora, con diez ediles, todo apunta a que la cifra se podría incrementar.
Por lo que respecta al partido de Albert Rivera, tanto Juan Balastegui como Ana Pérez prevén compatibilizar también su trabajo en la oposición con su dedicación profesional: uno como agente inmobiliario y la otra, como responsable de una empresa de servicios socio-sanitarios. En este sentido, el portavoz de Cs recordó ayer que en el anterior mandato ninguno de sus tres concejales tuvo tampoco dedicación exclusiva, aunque sí esperan mantener, al menos, el cargo de confianza con el que ya contaron en 2015.
Cierre del mandato de la «minoría absoluta»
Benidorm aprueba las actas pendientes y despide a los 12 ediles que no repetirán, en un pleno que duró minutos
El Ayuntamiento de Benidorm selló ayer la despedida y cierre de la que podría pasar a la historia como la corporación de la «minoría absoluta» en un pleno que duró menos de diez minutos y que, además de aprobar las actas pendientes, sirvió para decir simbólicamente adiós a los doce concejales que no repetirán. Sólo el alcalde en funciones, Toni Pérez, tomó la palabra para agradecer brevemente a los miembros de la corporación y a los funcionarios la labor realizada en estos cuatro años para que la Administración de esta décima legislatura «haya sido fructífera para Benidorm». Igualmente, se aprobó el acta de la última sesión plenaria, celebrada el pasado 31 de mayo.
Doce son los concejales que no repetirán. Entre ellos, ediles con amplia trayectoria municipal, como el exalcalde Agustín Navarro, Gema Amor o María Jesús Pinto, y otros que se estrenaron en 2015: Arturo Cabrillo, Paquita Ripoll, Leopoldo Bernabeu, Ángela Berna, Inés Reyes, Rafa Gasent, Eugenio García, Juan García y Josep Bigorra, los dos últimos, ausentes en el pleno de ayer. Al finalizar la sesión, tanto Gema Amor como Paquita Ripoll, edil de Igualdad desde 2017, se dirigieron a través del correo interno a todos los funcionarios para agradecerles su labor en estos años.
«Emocionada», la liberal les deseó «que no veamos pronto... y con mejor voz» y ensalzó «la profesionalidad, rigor y lealtad con la que desempeñáis vuestro trabajo», mientras que Ripoll manifestó haber puesto «todo mi cariño y dedicación» y agregó: «Se va la concejala pero queda vuestra amiga».
