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Benidorm

Expertos instan al consumo de agua del grifo para reducir la producción de plásticos

España genera más de 3.500 millones de botellas de este material al año - La calidad, el precio y la aportación de sales al cuerpo, entre los beneficios

Un grupo de mujeres realizan la cata de agua organizada ayer en las instalaciones de Dinapsis en Benidorm. david revenga

Más de 3.500 botellas de plástico generadas solo en un año. Los expertos han lanzado un aviso sobre cómo le afecta al planeta la acumulación de este tipo de material en cualquier rincón. Intentar frenar esa situación puede ser cuestión de pequeños gestos como el de consumir agua del grifo en lugar de embotellada. Pero no solo por una razón medioambiental sino saludable y que cuesta menos al bolsillo.

El centro de innovación de Hidraqua y Suez en Benidorm, Dinapsis, aprovechó ayer la conmemoración de sus dos años en funcionamiento y la celebración del día del Medio Ambiente para organizar una jornada de puertas abiertas en la que una de las actividades era una cata de agua con la que intentar explicar las diferencias y matices entre las diferentes opciones.

David Ribes, responsable de calidad del agua de Hidraqua en Comunidad Valenciana, fue el encargado de poner sobre la mesa cuáles son las diferencias entre los tipos de agua y, además, los beneficios que tiene en todos los ámbitos. El objetivo de la actividad realizada ayer es que «la gente no consuma agua embotellada sino del grifo porque es más sostenible, no genera residuos y aporta sales minerales». El objetivo, indicó, es llegar a «plásticos cero; es casi una obligación moral. La sostenibilidad también es beber agua del grifo y evitar el despilfarro y la generación de residuos». Pero además, es «mucho más barata». Así, por cada céntimo de euro se pueden pagar entre «6 a 10 litros de agua del grifo» mientras que la embotellada «es entre 800 y 1.000 veces más cara». Y en cuanto a la salud, el agua que sale del grifo «tiene sodio, calcio, magnesio o potasio. Sales esenciales para el organismo».

Todo esto es lo que se explica de forma práctica en una cata. Ayer en la del centro Dinapsis de Hidraqua participó el alcalde en funciones Toni Pérez, pero además un grupo de mujeres de la Asociación de Amas de Casa que intentaron encontrar la diferencia entre el agua de cuatro vasos diferentes: uno con embotellada, otro con agua del grifo, otro con la de una desaladora de la provincia y otro con la de un pozo.

Como una cata de vino o aceite

Su cometido era encontrar los «matices» como si de un vino o un aceite se tratara. Ribes explicó que el proceso es el mismo: análisis visual (para ver su trasparencia, color o limpieza); olfativo (donde se puede oler a tierra, naturaleza, degradación, cloro u otros); y el gustativo. El agua tiene que estar servida a temperatura ambiente: «no está fría pero está fresca», y ese es el punto exacto para conocer sus características.

Y las opiniones son tan diferentes como las personas. «Probándolas sin saber de dónde vienen, no se encuentra diferencia. Es más la percepción que tiene cada uno del agua que bebe y te puede gustar más o menos. Pero hay que intentar poco a poco ir bebiendo la del grifo», apuntó el experto. Y todo porque es «más buena» además de esas sales «esenciales para la salud» y que se miden en la dureza donde la de Benidorm, que pasa por la potabilizadora y que gestiona Hidraqua en la ciudad, está en la media.

Pero los usuarios aún son reticentes a no beber agua embotellada. «El subconsciente lleva a elegir la que están acostumbrados a beber, no porque le guste más», afirmó Ribes para añadir que «hay quien rechaza agua del grifo por norma, no asumen que es de calidad; lo confunden con sabor y son conceptos diferentes».

La cata también sirvió ayer para desterrar algunos «mitos» como el de que un agua dura, medida por el carbonato cálcico que posee, contribuye a tener más piedras en el riñón: «es un error». Pero afianzó otros: «el agua débil sacia menos al no tener sales» necesarias para el organismo.

Dos años de actividades e innovación en Dinapsis

Benidorm recibió el premio Ciudad Sostenible en la categoría de Ciclo del Agua por este proyecto de Hidraqua

El centro de innovación Dinapsis de Hidraqua y Suez cumple dos años en Benidorm como espacio «pionero en España» y «referente en la aplicación soluciones para la gestión sostenible del agua y el territorio». Un proyecto por el que la ciudad recibió el premio Ciudad Sostenible, en la categoría de Ciclo del Agua.

Este galardón lo otorga cada año la Fundación Forum Ambiental y se concede a municipios de más de 5.000 habitantes en los que se hayan ejecutado satisfactoriamente actuaciones dirigidas a la sostenibilidad en un período de dos años de duración, y que presenten evidencias de la existencia de un compromiso con el desarrollo sostenible.

Así, en este tiempo, Dinapsis ha desarrollaron 34 proyectos de innovación y organizado más de 250 jornadas y visitas con sus grupos de relación, entre otros. En el último año, los proyectos de innovación para combatir a nivel municipal el cambio climático han adquirido un mayor protagonismo en este centro tecnológico.

Además de estos proyectos vinculados a cambio climático, Dinapsis ha seguido avanzando en el último año en la implantación de soluciones tecnológicas para evitar que ninguna incidencia afecte a los ciudadanos y para gestionar el ciclo integral del agua de la forma más eficiente.

También, como indicaron desde la entidad, entre los eventos que se han celebrado recientemente en Dinapsis está el de las Estrategias de Desarrollo Sostenible Urbano e Integrado (DUSI), en la que los alcaldes de Alicante, Elche, Benidorm, Orihuela y l'Alfàs del Pi presentaron sus propuestas, retos y soluciones. Y en cuanto a proyectos, tiene sobre la mesa un proyecto para generar un gran pulmón verde para la ciudad, con zonas deportivas y una gran infraestructura hidráulica mediante una zona de inundabilidad que permita reutilizar el agua.

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