Un trasvase de mínimos con una doble finalidad: asegurar el abastecimiento de agua durante el periodo de mayor consumo y comprobar el funcionamiento de una tubería vital para la comarca. El Consorcio de Aguas de la Marina Baixa ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) el aporte de medio hectómetro cúbico de agua procedente de la conducción Fenollar-Amadorio de cara al próximo mes de agosto. Así lo ha decidido la Junta General de este organismo, del que forman parte la propia CHJ, la Diputación Provincial de Alicante y los ayuntamientos de los siete municipios más poblados de la comarca: l'Alfàs del Pi, Altea, Benidorm, Finestrat, Polop, La Nucía, La Vila Joiosa, en una reunión extraordinaria en la que se tomó otra decisión de calado: pedir al Júcar un aplazamiento de los 3 hectómetros cúbicos solicitados el pasado marzo, aún en plena sequía, y que debían empezar a llegar desde este mes de junio, de modo que puedan distribuirse, según las necesidades, hasta finales del año 2021.
Lluvias
Las intensas lluvias caídas durante la pasada Semana Santa, en el mes de abril, permitieron la recuperación total del acuífero del Algar, en Callosa d'en Sarrià y cuyos caudales son bombeados para su almacenamiento en los embalses de Amadorio y Guadalest; así como también la de los acuíferos Aitana Sur -en Sella-, Polop y Beniardá, este último en explotación continua durante los últimos dos años y que se encontraba ya en una «situación preocupante».
Esta recuperación, unida a las reservas superficiales que ya tenía la comarca, han elevado por encima del 44% el volumen de agua embalsado en el pantano del Amadorio y en más del 60% el de Guadalest, con 7 y 7,8 hectómetros cúbicos, respectivamente. O, dicho de otra manera, prácticamente la misma cantidad de agua que necesita Benidorm para beber durante todo un año.
¿Por qué se mantendrá entonces el trasvase de medio hectómetro cúbico en agosto? Aunque todas las previsiones e informes que maneja el organismo de cuenca apuntan a que ahora mismo, con las reservas propias, la Marina Baixa podría pasar perfectamente hasta finales de año, el ingeniero director del Consorcio, Jaime Berenguer, alerta de que todavía falta una media de 280 litros por metro cuadrado de lluvias para completar la previsión hídrica de un año normal. De modo que los técnicos alertan de que la situación podría complicarse si no acaban cumpliéndose estas previsiones.
La elección de agosto para la llegada de estos aportes no es baladí. Es el mes del turismo por excelencia en la Marina Baixa, cuando hoteles, apartamentos y segundas residencias se llenan hasta los topes, lo que dispara la demanda hídrica. La previsión del Consorcio apunta a que ese mes hará falta medio hectómetro cúbico de agua para el riego y 2,3 para el abastecimiento humano. En total, 2,8 Hm3, lo que viene a representar más del doble del agua que hace falta, por ejemplo, durante el mes de enero, cuando la demanda desciende hasta los 1,6 hectómetros cúbicos: 0,4 para riego y 1,2 para el consumo humano.
Igualmente, el ingeniero de este organismo también destacó la importancia de poner a prueba la tubería a través de la cual llegará esa agua a la comarca, después de que durante el año 2015, debido al poco uso que hasta entonces se le había dado, se produjeran numerosos reventones y roturas, con la consiguiente pérdida de agua que aquello generó y la obligación de paralizar durante días el trasvase de agua hasta que se repararon cada una de las fugas.
