Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El PP de Benidorm aplaza la aprobación del presupuesto hasta tener mayoría en el pleno

El alcalde, que revalidará el cargo con mayoría absoluta, cambia su plan inicial y cierra el mandato sin aprobar las cuentas de 2019 para evitar perder una segunda votación

El popular Toni Pérez, celebrando la victoria electoral en los comicios del pasado domingo David Revenga

«Repitieron una y otra vez que querían que fuera la nueva corporación quien aprobara el presupuesto y así será». El alcalde en funciones de Benidorm, el popular Toni Pérez, ha decidido esperar a que se materialice la mayoría absoluta que el pasado domingo obtuvo en las urnas antes de volver a llevar a pleno la aprobación del presupuesto municipal de 2019, que prevé unos ingresos de 106 millones de euros, cuatro más que en 2018. Así lo confirmó ayer el primer edil a este diario, después de que en sus planes iniciales -cuando todavía no se sabía quiénes serían los vencedores de las municipales del 26 de mayo- estuviera el llevar el documento económico de nuevo a debate en esta sesión, tras verse obligado por todos los grupos de la oposición a dejar el punto sobre la mesa en el pleno del pasado abril.

Benidorm celebrará este viernes, día 31, la última sesión plenaria de la corporación antes de la constitución del nuevo Ayuntamiento surgido tras los comicios del 26-M. La misma iba a servir para que los populares volvieran a intentar la aprobación de las cuentas antes de cerrar el mandato aunque, finalmente, la falta de suficientes apoyos para garantizarse la mayoría ha llevado al gobierno local a optar por esperarse y abordar este asunto en el primer pleno de la próxima legislatura, donde el PP volverá a gobernar, esta vez, con mayoría absoluta.

¿Qué ha motivado este cambio de planes? Por supuesto, el principal motivo es que Toni Pérez es consciente de que, a partir del próximo 15 de junio, cuando se celebrará el pleno de investidura, ya no va a necesitar a nadie más que a su grupo para sacar adelante cualquier moción que lleve a pleno. Y eso, después de cuatro años viéndose obligado a negociar y a hacer cesiones para poder sacar adelante los asuntos más delicados, entre ellos los propios presupuestos, es una razón más que de peso para optar por esperar a tiempos mejores.

Otro motivo es el cambio sustanciar que sufrirá el pleno y la reagrupación del voto a partir de junio. Porque de los seis grupos municipales y dos ediles no adscritos que ha habido hasta ahora, se pasará a tres: PP, PSOE y Ciudadanos. Un hecho que, a su vez, y en el caso de que quisieran recabar el mayor número de apoyos posibles a las cuentas, también facilitará enormemente la labor a los populares.

Ahora bien, la versión oficial es otra. «Nosotros ya sometimos las cuentas a la consideración del pleno y la corporación ya se posicionó mayoritariamente, diciendo que era un presupuesto que ahora no tocaba y que tenía que aprobar la nueva corporación», justificó ayer el alcalde en funciones quien, no obstante, tuvo que consultar la decisión con Secretaría para asegurarse de que no estaba incumpliendo ningún imperativo legal.

Ayudas bloqueadas

El rechazo de la oposición a las cuentas en el último pleno y la decisión del gobierno local del PP de posponerlas ahora hasta la formación del nuevo Ayuntamiento hará que Benidorm continúe con el presupuesto de 2018 prorrogado, como mínimo, hasta finales del mes de agosto o mediados de septiembre.

Así al menos se deduce si atendemos a los plazos: el pleno de investidura tendrá lugar el sábado, 15 de junio; la legislación establece que, tras esta sesión, el nuevo gobierno tiene como máximo un mes de plazo para convocar el pleno de organización, donde se aprueban, entre otros, la formación de los grupos municipales, las retribuciones de la corporación o los días en los que tendrán lugar los plenos y comisiones. Esta sesión, por tanto, tendrá lugar alrededor del 15 de julio, fecha en la que se abren dos opciones: que el alcalde convoque de manera paralela y para ese mismo día el pleno ordinario, donde ya se aprobaría inicialmente el presupuesto; o que se fije el día para ese pleno, que podría posponerse hasta finales de mes. Tras esto, se abriría un plazo de un mes para la presentación de alegaciones y enmiendas, se resolverían y se sometería el documento a aprobación definitiva, lo que alargaría el plazo hasta finales de agosto, mediados de septiembre.

¿Y cuál es la principal consecuencia de todo ello? Como ya dijo la aún edil de Hacienda, Lourdes Caselles, el retraso en la aprobación del presupuesto hace que muchas ayudas y subvenciones directas, como la que reciben entre otros Cruz Roja -280.000 euros- o el centro asistencial Doble Amor, -170.000 euros- se mantengan bloqueadas, algo de lo que hace un mes el PP culpó a la oposición y que ahora va a propiciar.

La VPT sí que irá

Una de las propuestas que el gobierno local de Benidorm sí ha incluido en el orden del día de este último pleno será la dación de cuentas de la consulta realizada a los funcionarios sobre la Valoración de Puestos de Trabajo, promovida por el PSOE y donde los trabajadores respaldaron por aplastante mayoría -un 73% de síes- la propuesta económica del PP, que incrementará el sueldo prácticamente a todas las categorías laborales y supondrá un aumento de 1,2 millones en la nómina global. El pleno también será la despedida de los once ediles que ya no repiten en la próxima corporación, entre ellos algunos históricos, como el exalcalde Agustín Navarro, ahora concejal en Bolulla, o Gema Amor.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats