El municipio de Benidorm iniciará en una semana los trabajos de intervención arqueológica en el Castell, tras firmarse hoy el acta de replanteo de las obras, según ha informado hoy el alcalde de la ciudad, Toni Pérez.

La actuación, que supone una inversión de 1,7 millones de euros, cuenta con una subvención de fondos Feder de 500.000 euros, el máximo al que se optaba. El resto será aportado por el ayuntamiento, después de haber aprobado la pertinente modificación presupuestaria en abril pasado.

Las labores han de estar concluidas antes del próximo 15 de noviembre para poder acceder a la totalidad de la ayuda europea. Unos trabajos que, según el alcalde, "van a incomodar a vecinos y turistas, pero será un proyecto muy beneficioso para el futuro".

Las catas arqueológicas llevadas a cabo en 1993 y 2014 constataron la existencia de vestigios de las estructuras y dependencias de un castillo del que se tiene constancia documental desde el otorgamiento de la Carta de Poblament en 1325.

Cuatro líneas de actuación

Las obras tienen cuatro líneas de actuación, según ha detallado Pérez. La primera de ellas consistirá en la limpieza y desbroce de la zona donde se hallan los restos de la muralla. La segunda, en la excavación en la plaza del Castell, lugar donde se encontrarían los niveles más antiguos de la fortaleza. La tercera línea conllevará la realización de sondeos en las plazas de Castelar y Santa Ana que confirmen o descarten restos de torres y otras construcciones, mientras que la cuarta será la consolidación de los taludes en la punta Canfali en la parte de Levante.

El alcalde ha recalcado que el objetivo que persigue esta intervención es investigar y documentar los restos, conservar "aquellos más relevantes, poniéndolos en valor y explicándolos a la ciudadanía".

Se desconoce, sin embargo, el estado en que puedan hallarse esos restos debido a que la fortaleza fue destruida a cañonazos hace 200 años y "las ruinas han estado expuestas al deterioro medioambiental y humano durante más de un siglo", ha especificado el regidor. "La relevancia de lo que se encuentra determinará la musealización total o parcial del enclave", ha avanzado.

La actuación abarcará también a la balaustrada del Castell, afectada por la acción del mar, así como una intervención en los taludes de Punta Canfali, en la cara de Levante. Los trabajos, una vez terminados, conllevarán el cambio del pavimento de las plazas del Castell, Castelar y Santa Ana, además del mobiliario urbano de la zona.

Como consecuencia de los retrasos en la concesión de permisos y autorizaciones,el calendario de las obras ha sufrido modificaciones y habrá restricciones al paso peatonal en algunos momentos, en contra del criterio inicial que era el de no impedir la circulación de vecinos y turistas a la zona del Mirador.

Según el ingeniero Javier Cartagena, la demolición física comenzará el 12 de junio y se trabajará para minimizar las molestias a los vecinos.

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