Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Benidorm

Invasión de gaviotas en l'Illa de Benidorm

La época de cría convierte el islote de Benidorm en un escenario que recuerda a la famosa película «Los Pájaros» de Hitchcock. Operarios del Parque Natural contabilizan hasta 800 parejas de esta ave, que protegen sus nidos y atacan a los turistas si ven en peligro a sus crías

Gaviotas sobrevuelan el islote, con Benidorm al fondo. DAVID REVENGA

Si estos días tiene previsto aprovechar el buen tiempo para visitar la isla de Benidorm es probable que en un momento de su excursión sienta en sus propias carnes lo que hace ya más de medio siglo experimentaron Tippi Hedren y Rod Taylor en la bahía de Bodega Bay. El inicio del periodo de reproducción de la gaviota patiamarilla, la más frecuente en esta zona, ha convertido el islote en lo más parecido a un escenario de la famosa película «Los Pájaros» de Alfred Hitchcock, donde los humanos son atacados primero por gaviotas, después por todo tipo de aves, en uno de los grandes filmes que ha dejado para la historia el cine de suspense.

La reproducción de estos pájaros se produce en el periodo comprendido entre abril y julio. En estas fechas, decenas y decenas de gaviotas copan hasta el último rincón de l'Illa para formar nidos, poner sus huevos, incubarlos y esperar a que las crías nazcan y puedan valerse por sí mismas para emprender de nuevo el vuelo.

En cualquier otra época del año, las aves van y vienen por el litoral, aunque muchas de ellas retornan a la isla para dormir. Sin embargo, el cuidado de sus huevos o de sus crías es ahora su único cometido, lo que hace que los ejemplares adultos apenas se muevan de este espacio para vigilar constantemente que los pequeños no corran ningún peligro. Y a todo ello se une otro factor. Las parejas de esta especie son monógamas y, a pesar de que sólo se juntan en época de reproducción, ambos progenitores se encargan por igual de criar a los polluelos, lo que multiplica por dos todo lo dicho anteriormente.

Trabajadores del Parque Natural de la Serra Gelada han llegado a contabilizar hasta 800 parejas de gaviota residiendo durante este periodo en la isla, un espacio rocoso de gran valor medioambiental, con una superficie total de 7 hectáreas y ubicada a dos millas náuticas del puerto de Benidorm. Es decir, alrededor de 1.600 ejemplares, que campan a sus anchas por el islote y, lo que es peor, que atacan a los visitantes si ven peligrar a su descendencia.

Territoriales

«Son animales muy territoriales y bueno, al fin y al cabo, actúan como un padre o una madre de cualquier otra especie: tú imagina que un desconocido se acerca demasiado a tus hijos sin saber con qué intenciones. ¿Qué harías?» Seguramente lo mismo que ellas, indican agentes medioambientales.

¿De qué manera suelen atacar las gaviotas? Lo más frecuente es que sobrevuelen nuestras cabezas a muy poca distancia, emitiendo fuertes graznidos para marcar su territorio. Si esto no funciona, el siguiente paso es defecar sobre el objetivo y, a veces, golpear con una de sus patas. También pueden dar picotazos, aunque es lo menos habitual. Y estas defensas no sólo se emplean con humanos, sino también con otra gaviota o animal que para ellas represente una amenaza. Aunque para quienes trabajan en las embarcaciones que trasladan cada hora visitantes a la isla o en su cuidado medioambiental este escenario es del todo habitual, la gran cantidad de gaviotas y su actitud con los humanos causa malestar y temor entre muchos turistas poco acostumbrados a esta situación. «Hay gente que se queja, se asusta o a la que han arañado por acercarse más de la cuenta», explican fuentes consultadas por este diario, que no se cansan de repetir a los curiosos algunas «pautas» para evitar estos molestos encontronazos: levantar una mano o ir con un palo que sobresalga de la altura de la cabeza; cubrirse con un sombrero; o, la que resulta más efectiva y más respetuosa con el medio ambiente, no molestar a las aves ni entrometerse en las zonas de anidamiento.

Control por la sobrepoblación

El Ayuntamiento de Benidorm ha desarrollado varias campañas para frenar la reproducción reproducción incontrolada de gaviotas patiamarillas en distintos puntos de la ciudad y en espacios naturales en colaboración con la Conselleria. La última fue en 2017. También desde el Parque Natural se han llevado acciones similares, aunque ahora mismo no hay ninguna en marcha. Entre las causas de esta colonización de las ciudades por parte de estas aves está la facilidad de encontrar alimento en cualquier papelera, la proliferación de vertederos incontrolados alrededor de las urbes o los alimentos que mucha gente deja en la calle para los gatos, que acaban siendo devoradas por las gaviotas.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats