El pasado 29 de abril se cumplían dos años del suceso que paralizó las vidas de la familia de Kirsty Maxwell. La joven escocesa perdía la vida ese día de 2017 tras precipitarse desde el balcón del décimo piso de los apartamentos donde se alojaba con unas amigas en Benidorm. Desde aquel fatídico día, su familia no ha parado de pedir que se esclarezca el caso y que no se repare en medios para aclarar qué pasó realmente.
En la causa que investiga un juzgado de la capital turística están siendo investigados cinco jóvenes ingleses que esa noche estaban en el apartamento donde sucedieron los hechos. Uno de ellos fue detenido y puesto en libertad al ser el último que había tenido contacto con la joven. Los otros cuatro viajaban en julio de 2017 a Benidorm para declarar ante la juez acusados de un presunto delito que se calificó inicialmente como de homicidio doloso y también volvieron a su país tras su comparecencia.
Desde entonces, el periplo judicial ha sido mucho: un cambio de abogado, pruebas que no llegan, recursos que se rechazan y una familia que solo quiere saber que ocurrió aquel día en el que Kirsty celebraba una despedida de soltera con sus amigas en Benidorm. La joven escocesa decidió irse a dormir sobre las 5.00 horas a la habitación que tenía en ese edificio de apartamentos ubicada en un noveno piso. Unas horas más tarde despertó y caminó hasta el piso de arriba donde algunas de sus acompañantes tenían sus habitaciones. Sin embargo, acabó entrando a una en la que había cinco chicos ingleses que seguían de fiesta. A partir de ese momento, lo que pasó no está claro, solo que la joven acabó precipitándose desde esa décima planta y muriendo en el acto.
La familia puso en aquel momento todos sus medios para conseguir pistas ya que, a pesar de lo que apuntaban algunas teorías, consideraban que la joven no tenía ningún motivo para saltar desde el apartamento de la décima planta a no ser que algo se lo provocara. Así que, a parte del trabajo de la justicia, decidieron contratar a un equipo de investigación privado para que realizara el trabajo necesario para aclarar algunas incógnitas. Desde poco después del incidente, estos profesionales no han parado en sus pesquisas. Han acudido varias veces a Benidorm y han recabado pruebas que la nueva abogada de la familia ha presentado ante el juez además de que han contactado con forenses y expertos para intentar explicar algunas de las incógnitas que aún hay sobre la mesa.
«La teoría de que fue ella quien se tiró no es compatible con las pruebas forenses y científicas», apuntaron a este diario desde el equipo de investigación. Para ello cuentan con informes de expertos que así lo prueban. Además, a través de fotografías han comprobado que la joven tenía unos «desgarros en la ropa» en la parte delantera, por tanto, «estaba mirando a la fachada desde el balcón y no al revés». Sin embargo, como ya publicó este diario, las piezas que llevaba Kirsty en ese momento ya no existen ya que se descartaron por el forense, como así corroboraron las mismas fuentes.
Pero además, entre sus tareas ha estado la de reconstruir cómo fueron las últimas horas de la joven. «Sabemos que el primer detenido estaba en otra habitación enfrente» y no en la que sucedieron los hechos. Aunque «sí que acabó allí y así lo corrobora una colilla encontrada». Así que la justicia citó a declarar a dos testigos que estaban en esa otra estancia que «no han acudido alegando que no pueden». Así que están a la espera de que el juzgado apruebe tomarles declaración en Nottingham donde residen.
Pero su batalla judicial no acaba ahí. La abogada ha recurrido en la Audiencia Provincial el rechazo del juez a localizar a otros testigos que habrían estado en el hotel de enfrente y que pudieron ver algo. «Sabemos que hubo gente de ese hotel que oyó gritar a otros mirando hacia el apartamento porque algo vieron», apuntaron las mismas fuentes. Así que su testimonio podría ser clave.
Una lucha de dos años
A finales de abril, miembros de ese equipo de investigación se desplazaron a Benidorm para buscar alguna pista más y pedir la colaboración ciudadana. En esos días, la familia pidió estar en la más estricta intimidad pero sí lanzaron un mensaje: «hemos estado luchando dos años en busca de respuestas y justicia para saber la verdad que condujo a la brutal muerte» de Kirsty. Así describieron este tiempo como de «angustia» y que saben que «hay personas que no han transmitido información que puede ayudarnos» y piden esa ayuda por encima de todo.
Desde el primer momento, el suceso causó conmoción en Escocia. Tanto que ha llegado al parlamento de ese país recientemente de manos de la primer ministro Nicola Sturgeon. Anteriormente ya se habló de ello en el Parlamento británico donde la diputada Hanna Burdell preguntó por el suceso en una de las sesiones. Mientras, la familia sigue buscando testigos. Para ello, han puesto en marcha un correo (info@kirstymaxwell.com) y un teléfono (0044 7376 040519) para recabar pistas y así poder arrojar luz a un suceso que truncó sus vidas.
