Después de cuatro días de intensas lluvias que han aguado la Semana Santa a hoteleros y turistas, las playas de Benidorm volvieron ayer a llenarse de bañistas y a mostrarse en todo su esplendor de cara al próximo puente de mayo. A diferencia de otras localidades de la provincia, donde el temporal ha dejado intensos daños, las precipitaciones registradas en la ciudad apenas causaron desperfectos en la primera línea, al margen de las habituales escorrentías por la salida de pluviales hacia el mar.

Como ya avanzó el martes este diario, el episodio de precipitaciones dejaron en la ciudad entre el día 19 y la mañana del 22 de abril hasta 177 litros por metro cuadrado, el dato más elevado desde octubre de 2007, cuando los registros marcaron 247,6 litros. Ahora bien, a pesar de la intensidad de la lluvia, el hecho de que cayera de forma uniforme y sin fuertes trombas hizo que los incidentes fueran mínimos y se limitaran a algunos cortes puntuales de tráfico o pequeños socavones en algunas calzadas, tal y como ha informado el propio Ayuntamiento.

Fuentes municipales confirmaron ayer que, en el caso de las playas, éstas se encuentran en buen estado y de cara al puente de mayo se espera que luzcan su mejor imagen. Por su parte, fuentes del sector turístico indicaron que las previsiones de ocupación para estas fechas son buenas, aunque no pudieron avanzar todavía datos, al estar aún a la espera de las reservas de última hora.