Catorce años han pasado desde que el Ayuntamiento de La Vila se planteó elaborar un plan especial para proteger y conservar su «Ciudad Histórica»; es decir, el casco antiguo del municipio que en 2003 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Ahora, y tras diferentes modificaciones y trabas legales y administrativas, el documento ha sido aprobado de forma definitiva por el Consell, lo que permitirá comenzar a aplicar las normas específicas para el centro histórico.

Este Plan Especial de Protección y Conservación de la Ciudad Histórica (PEPCCH) fue aprobado ayer por la Comisión Territorial de Urbanismo, dependiente de Conselleria, después de que el pasado mes de noviembre el Ayuntamiento aprobara en el pleno enviar el Informe de Sostenibilidad Económica del mismo a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, con el fin de aprobar de forma definitiva dicho plan, tras su exposición pública.

Así que «por fin» La Vila ha conseguido que se apruebe su plan especial para esta zona declarada BIC. Con él, desde el momento en que entre en vigor en próximas fechas, cualquier movimiento que se haga en este casco antiguo tendrá que regirse por las normas que recoge. Entre ellas, por ejemplo, se amplían los usos comerciales en estas estrechas calles o se plantea que las nuevas viviendas deben contemplar el soterramiento de todos los servicios, un problema que en la actualidad se extiende por casi todo el barrio.

Pero además, entre algunas normas, las estipuladas para rehabilitar fachadas. Y es que el casco antiguo de La Vila es característico por sus casas de colores y el Ayuntamiento quiere que así siga siendo. Por ello, y aunque en la actualidad ya se aplica, el Plan Especial especifica concretamente qué hacer en caso de querer rehabilitar o mejorar una de ellas: materiales o colores de cómo hacerlo.

Con todo, este plan ha pasado por diferentes modificaciones y trabas que han demorado su aprobación más de 14 años. Ahora, este documento podrá utilizarse para conservar y proteger la «Ciudad Histórica». El concejal de Urbanismo, Jaime Ramis, explicó que la ratificación del mismo es «un importante paso para el municipio, cuyo casco antiguo tendrá por fin su plan de protección». Con esa aprobación definitiva, se podrán «poner en marcha las tareas de recuperación del patrimonio histórico y cultural, además de las tareas de mejoras en la accesibilidad y rehabilitación en las construcciones de esta zona».

Desbloqueo

El edil apuntó que «era un objetivo que nos marcamos al inicio de la legislatura» y que, cuatro años después, «se ha conseguido desbloquear este plan tan necesario para nuestra ciudad y para las personas que viven en este lugar tan emblemático». Así, recalcó el trabajo de los técnicos del área de Urbanismo para «que por fin tengamos este documento ya sobre la mesa». Con todo, el concejal recordó que hasta ahora «se trabajaba con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y el Plan Especial para cualquier movimiento en el casco antiguo». A partir de ahora, sólo servirán las reglas de éste último para conservar y proteger el barrio.

El edil apuntó además que el documento «es algo vivo» y que puede sufrir modificaciones según vaya aplicándose y detectándose necesidades; todo ello mientras «se cumpla con la protección» de esta zona. Eso es precisamente lo que se aprobó hace casi dos años tras la petición de los vecinos: trabajar sobre el documento y su aplicación una vez que fuera definitivo.

Cabe recordar que este Plan Especial se aprobó por primera vez en 2014 y recibió decenas de alegaciones de vecinos e interesados. Tras años de modificaciones y problemas burocráticos parece que el documento final ya es una realidad. Ahora habrá que ver cómo se aplica en esta zona protegida del municipio vilero.