El Ayuntamiento de Benidorm llevaba meses esperando una reunión con el Consell para plantear la tranviarización del tren a su paso por la avenida Beniardà. Fue en 2017 cuando el pleno aprobó buscar una solución a este problema de seguridad que se ha duplicado tras la puesta en marcha de la nueva estación intermodal. Sin embargo, la administración local sólo consiguió que la autonómica escuchara sus peticiones; eso sí, sin marcar una fecha para ello.

Así que, por ahora, la eliminación de esas barreras en esta concurrida avenida se queda en el aire. Y es que la Dirección General de Transporte y Movilidad y FGV no especificaron ayer al Consistorio si atenderán su petición aunque sí que mostraron su colaboración para solucionar este problema que viene desde lejos, según ha podido saber este diario.

A este encuentro en Valencia acudió el alcalde Toni Pérez junto al concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, para explicar a dos representantes de ambas entidades de primera mano un informe en el que se recogen los problemas que causa este paso a nivel, sobre todo de seguridad. Como ya publicó este diario, el Ayuntamiento reclama a FGV que cambie el paso a nivel con barreras por un semáforo que sirva tanto para los vehículos como para los trenes; es decir, que se «tranviarice» este tramo y así mejorar la seguridad y acabar con los atascos. «Cada vez que pasa un tren se cierra la barrera y los conductores pasan hasta 10 minutos en algunas ocasiones esperando», alegó el primer edil.

Y es que con la puesta en marcha de la estación intermodal, la frecuencia de los trenes cada vez es mayor y, por tanto, la de espera de los usuarios.

Así que la pelota ahora está en el tejado de la Generalitat. «Nos dicen que la solución a largo plazo es soterrarlo, algo que es muy costoso», alegó. Pero mientras, Benidorm plantea la otra solución a corto plazo, aunque ayer no recibió una respuesta concreta para poder ponerla en marcha.