Está al frente de una asociación, la de las agencias de viaje, que aglutina, ni más ni menos, que el 86% de toda la touroperación que viene a la Costa Blanca. Cuando se cumplen 40 años del nacimiento de esta asociación, su presidente sigue echando en falta una regulación autonómica que acabe con la competencia desleal que padece diariamente el sector y un mayor reconocimiento a su labor.
P Las agencias de viajes llevan años señalando a Internet como el culpable de casi todos sus males. ¿Hasta qué punto es así?
R La era tecnológica que hemos vivido en los últimos años ha sido una herramienta que nos ha obligado a cambiar las técnicas de trabajo y a ampliar mucho nuestra especialización. Entre 2010 y 2016, sólo en la Comunidad, han cerrado mil agencias de viaje que quebraron tras la aparición de Internet: antes la gente venía a la agencia y reservaba un paquete con vuelo, hotel,... y ahora todo eso se compra en la red. Es muy difícil competir con eso.
P Pero para el usuario final, la variedad que aporta Internet puede ser una ventaja.
R Sí, sí, yo no quiero cerrar los ojos a la realidad. Internet no es el demonio: hay mucho fraude pero también hay agencias serias. De hecho, yo soy presidente de Avibe y en alguna ocasión también compro por internet y no pasa nada. Pero el turista tiene que saber que por ese cauce se enfrenta a muchos más riesgos.
P Entonces, ¿cuál es el valor añadido que aporta una agencia frente a comprar unas vacaciones por libre? ¿La seguridad?
R Sí. Hoy en día es sencillísimo montarte una web y vender viajes, excursiones, lo que sea, sin ningún tipo de control. La gente reserva, se gasta mucho dinero y cuando llega al destino se encuentra que no tiene nada: ni alojamiento, ni traslados, nada. Sin embargo, la agencia de viajes siempre es una empresa legal, que conoce el sector y te puede asesorar. No es justo que una persona se pase 355 días al año trabajando para irse de vacaciones diez días y, cuando llega a su destino, sea todo un desastre. Eso con una agencia es muy difícil que te pase.
P ¿Dice que no hay control ni regulación que impida la proliferación de este tipo de agencias, digamos, irregulares?
R Ahora mismo no. En cualquier otro sector, el intrusismo se ha regulado bastante bien, pero no en el de las agencias de viajes. Ninguna administración se ha puesto a ello y no hay ningún tipo de regulación que impida a cualquiera abrirse una página web y vender traslados, excursiones,... Y como no hay normativa, no son legales ni ilegales y no se puede actuar de ninguna manera.
P En Benidorm tenemos desde hace muchos años un claro ejemplo, las excursiones de los conocidos como «manteros»: empresas que organizan excursiones gratis para turistas, cuya finalidad última y real es llevarlos a una nave para que compren distintos productos.
R La verdad es que en los últimos dos, tres años, el Ayuntamiento se ha puesto mucho las pilas con este tema y ha conseguido acabar con varias de estas empresas alegales que había en la ciudad, pero aún sigue existiendo y operando cada día. Y lo peor, engañando a muchos turistas, sobre todo mayores, que es su público principal.
