La zona de aparcamientos para residentes se amplía y parece que no va a dejar de hacerlo. El gobierno local de Benidorm se ha propuesto que los vecinos puedan aparcar a escasos metros de sus casas y no se encuentren cada día con vehículos inmóviles durante semanas. Así que, en su ofensiva para primar a los residentes, ha vuelto a ampliar la zona destinada para ellos que contarán con 250 plazas más en el Rincón de Loix.
En concreto, las nuevas calles que se marcarán con una línea continua blanca (la de aparcamiento libre sin zona azul es con líneas discontinuas), serán la avenida Mónaco, Estocolmo (entre la calle Ámsterdam y París), Ámsterdam y París (ambas en los tramos entre Ametlla del Mar y Estocolmo), calle Roma (entre Mónaco y Estocolmo), y Zamora (entre Almirall Bernat de Sarrià y el acceso peatonal a los campos de fútbol Antonio López) y su prolongación. En ellas ya se ha comenzado a marcar la señalización horizontal y la semana que viene se colocarán las señales verticales que recogen el prohibido aparcar para todos aquellos que no sean residentes.
¿Y por qué en el Rincón de Loix? Pues porque, según explicó el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, era una de las zonas más reclamadas por los vecinos que se quejan de no poder aparcar los coches en las calles donde viven. Este barrio de Benidorm está lleno de hoteles, apartamentos turísticos y segundas residencias lo que provoca, según el edil, que los que sí pagan sus impuestos en la ciudad y viven allí se encuentren con un problema que se extiende a otras zonas: la falta de aparcamientos porque los turistas dejan sus coches y muchas veces no los mueven en toda su estancia, que puede ser de varias semanas.
Pero además, también en el Rincón es donde «están instaladas muchas empresas de alquiler de vehículos» que, según el concejal del área, aparcan también en las calles. Con la implantación de entre 200 y 250 plazas para residentes (el número varía según el movimiento de servicios básicos), la intención es que los visitantes utilicen los aparcamientos disuasorios o los parkings privados. Con estas nuevas plazas, la capital turística sumará ya más de 2.000 espacios para los vecinos entre los 1.500 primeros que se implantaron en Colonia Madrid, los 500 de después en calle Virgen del Rocío y la plataforma grande del aparcamiento de Mercasa y los 250 del Rincón de Loix.
Pero parece que el listado de calles no terminará ahí. El edil avanzó que los vecinos del centro urbano «han solicitado ya» que se extienda la zona de residentes por debajo de la calle Limones. Así, el edil añadió que el número de empadronados desde que se puso en marcha la medida sigue aumentando y está ya en 836 vecinos nuevos desde el 1 de marzo.
Con todo, en estos barrios convivirán tres tipos de aparcamiento: el exclusivo para residentes, el regulado con zona azul y el aparcamiento libre. En este último caso, en el Rincón de Loix, estaría el que se sitúa junto a la zona deportiva «Antonio López», en la parcela en la que está proyectado el futuro centro de salud.
Precisamente, una de las cuestiones que se ha constatado en los últimos informes de la Policía Local es que aparcamientos disuasorios como el ubicado tras la estación de FGV o el del recinto ferial «han incrementado» su ocupación desde que la medida entró en funcionamiento el pasado 15 de marzo; además, que las calles antes copadas de coches ahora incluso cuentan con plazas libres en algunas horas del día. Entre esos dos parkings disuasorios suman más de 2.500 plazas que están siendo utilizadas por aquellos que no son residentes pero que acuden a la capital turística cada día a trabajar o de visita. Pero, entre tanto vehículo, según explicó el concejal, se han detectado «muchos camiones o caravanas» que también aparcan en ellos.
Por eso, la Concejalía de Movilidad se plantea que estos aparcamientos «sean sólo para vehículos particulares»; es decir, para los turismos más pequeños. «No vamos a prohibir aparcar en ellos pero sí intentaremos que estos grandes se muevan a otras zonas», apuntó González de Zárate.
Aún con avisos pero sin multa
La medida implementada como piloto en una treintena de calles en la «pastilla» que forman entre Limones y Foietes provocó antes de su puesta en marcha colas de más de una hora en la extensión administrativa de Colonia Madrid donde se entregan las tarjetas adhesivas que se pone en el parabrisas a los residentes que cumplen con los requisitos: estar empadronado en Benidorm, ser titular de un turismo o furgoneta pequeña y abonar en la ciudad el impuesto de vehículos (IVTM).
En estas primeras semanas, la Policía Local ha colocado avisos en los coches que no cuentan con la misma en esas zonas reservadas: «entre un 10 y un 15% de los vehículos aparcados no la tienen aún», apuntó el edil. Unos coches que cuando los agentes empiecen a sancionar tendrán que pagar 70 euros por aparcar en zona prohibida. Así, hasta el 30 de abril se podrán adquirir en esta extensión y el Ayuntamiento se plantea que esos trámites se puedan extender a otros barrios en un futuro.
