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Marina Baixa

El frío retrasa el níspero y complica su venta por la competencia con otras frutas

Las altas temperaturas de los últimos días no son suficientes para animar la campaña, que arrancará 15 días más tarde al no haber madurado aún el fruto - Los agricultores miran al cielo en busca de lluvia para agrandar el calibre y poder obtener mejores precios

Una finca de nísperos en Callosa d'en Sarrià en una imagen tomada ayer y donde se observa que la mayor parte de la fruta sigue todavía verde en el árbol. DAVID REVENGA

Quince días pueden parecer una nimiedad en la inmensidad del tiempo o pueden ser cruciales para decidir las ganancias de todo un sector. A pesar del calor vivido en las últimas semanas, las bajas temperaturas registradas en el interior de la Marina Baixa durante el invierno, con mínimas de 6 y 7 grados durante el día, han traído aparejadas un retraso de dos semanas en el inicio de la campaña de la recolección del níspero con respecto al pasado año, un hecho que ha puesto en alerta a los agricultores de la comarca por las complicaciones que este hecho puede traer a la hora de comercializar el fruto. Así lo trasladaron ayer distintas fuentes consultadas por este diario, que indicaron que, a diferencia del pasado año, este retraso impedirá al níspero ser la primera fruta de la primavera que sale al mercado y le obligará a competir con otras, como la cereza o el albaricoque.

El níspero es el principal cultivo de la Marina Baixa y del que se sustentan miles de familias en Callosa d'en Sarrià, Altea, Polop, Bolulla, Tárbena y otros municipios del interior. Entre todos ellos, con Callosa a la cabeza, se registra la mayor producción de níspero de la península, que cuenta con Italia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Portugal, Estados Unidos o Canadá como principales mercados. La demora en su comercialización, no obstante, puede generar importantes pérdidas: «Cuanto más tardas en llegar, peores precios te encuentras», resumió ayer Rafael Gregori, presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) en Callosa, quien avanzó que las previsiones pasan por que la recogida no comience hasta la próxima semana y que el grueso de la campaña coincida con las vacaciones de Semana Santa.

Lo mismo indicaron fuentes de la Cooperativa Agrícola Ruchey quienes avanzaron que las previsiones, además, pasan por que los números de este año tampoco arrojen resultados espectaculares: «Podemos estar más o menos en una producción similar a la de 2017», cuando se rozaron los 13 millones de kilos. No obstante, el ingeniero agrónomo y responsable de I+D+i de la entidad callosina, Esteban Soler, avanzó que aún quedaría una opción para mejorar el rendimiento y las ganancias de los agricultores: «Estamos en unos días claves: si que el cielo nos da un poco de lluvia en estos últimos días de estar la fruta en el árbol, el níspero podría crecer y aumentar el calibre», lo que, a su vez, les permitiría obtener mejores precios a la hora de distribuirlo en el mercado. Así que los productores andan ahora mirando al cielo.

Porque, además, auguran que la persistencia de esta etapa de sequía no solo impedirá efectos positivos con carácter inmediato, como el crecimiento del níspero, sino también puede traer consecuencias de cara al próximo año: «El verano puede ser muy crudo y la temporada que viene, si no llueve nada, todavía peor», manifestó el representante de Asaja.

Un género «de categoría»

Por contra, entre las bazas que también quieren jugar los agricultores de la Marina Baixa está la que tiene que ver con la calidad del níspero. Y, frente a los datos «macro», Esteban Soler destaca que también hay que tener muy en cuenta el sabor. «Este año va a ser muy bueno y, además, también jugamos con la ventaja de que apenas se han tenido que poner a los árboles tratamientos de ningún tipo, porque no ha habido lluvias desde noviembre», afirma el ingeniero de la Cooperativa de Callosa. O, dicho de otro modo, durante todo el periodo de crecimiento del fruto.

Entre las principales reivindicaciones del sector para este año vuelve a estar, un año más, la solicitud de una rebaja permanente en el IRPF que se aplica a los productores de níspero, que ahora tributan el 37% a pesar del elevado coste de producción que el mismo tiene para el agricultor, dado que el cultivo de esta fruta requiere de una gran cantidad de mano de obra y mucha especialización en las tareas agrícolas, ya que es un cultivo muy artesanal.

Protección del campo

Esta petición se volvió a elevar formalmente al Gobierno central el pasado martes, durante una reunión de una junta de seguridad, presidida por la subdelegada del Gobierno en la provincia de Alicante, la socialista Araceli Poblador, donde también se dio a conocer el plan de seguridad que la Guardia Civil va a poner en marcha para reducir los robos en el campo durante esta campaña. Para ello, este cuerpo desplegará en toda la comarca efectivos de los equipos ROCA, USECIC (Unidad de Seguridad Ciudadana) y SEPRONA. Además, contarán con el apoyo de los Puestos limítrofes y unidades operativas de la Comandancia, lo que en suma podría llegar a alcanzar los 150 agentes.

Según los datos proporcionados, el pasado año en Callosa se detectaron 15 infracciones penales relacionadas con robos durante la campaña del níspero, cinco más que en 2017. En el conjunto de la comarca, la cifra fue de 27, las mismas que un año antes, aunque en 2016 se llegaron a alcanzar 41, lo que reflejaría una tendencia a la baja.

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