Con más de un año de retraso sobre la fecha prevista, el Hospital de la Marina Baixa parece contar por fin los días para dejar de ser el único de la provincia de Alicante -y casi de toda la Comunidad- que todavía carece de maquinaria propia para poder realizar resonancias magnéticas. La dirección del departamento ha dado los primeros pasos para crear el espacio necesario para la instalación de este equipo, con el traslado de varios despachos y servicios a otras zonas. La previsión de la conselleria de Sanidad pasa por que las obras de adaptación e instalación de la resonancia puedan empezar el próximo lunes, de modo que el equipo pudiera entrar en periodo de pruebas a partir de junio.
A falta de espacio físico suficiente para poder hacer frente a la llegada de la resonancia sin necesidad de más obra que la que necesita la propia maquinaria, el primero de estos cambios ha consistido en la instalación de un módulo de barracones que desde el pasado viernes ya están utilizando como oficinas los representantes sindicales del centro. De hecho, estos sindicatos hace ya meses llegaron a un acuerdo con la gerencia para abandonar sus antiguos despachos si eso permitía agilizar la llegada de la resonancia a la comarca, como ahora ha ocurrido.
El lugar que hasta ahora habían ocupado, en la primera planta del edificio de Consultas Externas, pasará ahora a albergar la unidad de Medicina Preventiva, que dejará su actual espacio para la instalación de la resonancia magnética y cuyo traslado, según explicó ayer la gerente del departamento, Rosa Louis Cereceda, está previsto para este viernes. Para hacerlo viable, operarios contratados por Sanidad han comenzado a remodelar también la zona de los antiguos despachos sindicales, para ponerla acorde a las necesidades de las consultas que se pasarán en esta nueva unidad.
Por último, una vez realizados ambos traslados, la previsión de Sanidad es que las obras de la resonancia puedan comenzar el lunes. La Conselleria invertirá 1,2 millones en la compra e instalación de este nuevo equipo, anunciado desde enero de 2018 y cuya instalación se ha ido demorando hasta dejarla a las puertas de la inminente convocatoria electoral.
Evitar otro «Amancio Ortega»
La responsable del departamento de salud avanzó que las obras de adaptación del espacio y de instalación de esta nueva maquinaria serán rápidas y que tan solo requerirán de un plazo cercano a los dos meses. Luego comenzará el mes de pruebas y después, el uso con los primeros pacientes, previsto para el mes de julio. Para evitar que se reproduzca en La Vila una situación similar al injustificable retraso de la puesta en marcha de la resonancia donada por Amancio Ortega al Hospital de San Juan, sobre todo teniendo en cuenta que la llegada de la esta prueba diagnóstica a la Marina Baixa acumula ya diez años de retraso con respecto a otras comarcas, Rosa Louis Cereceda explicó que el departamento ya ha previsto la contratación del personal necesario en este servicio, que se incorporará al centro en el mes de mayo.
Dos meses en lista de espera
La instalación de la resonancia permitirá al departamento agilizar la realización de esta prueba diagnóstica, para la que ahora hay una espera de unos dos meses, pero, sobre todo, no tener que derivar el cien por cien de la actividad a la sanidad privada, con el consiguiente ahorro económico que esto generará. De hecho, la gerente calcula que la inversión de 1,2 millones se amortizará en un plazo de dos años.
Ahora bien, la conselleria es consciente de que una sola máquina no es suficiente para poder absorber toda la demanda, de modo que una parte de las pruebas tendrán que seguir siendo derivadas a la clínica que ahora tiene adjudicado el servicio. El proyecto de ampliación del Hospital prevé una segunda resonancia, que tardará al menos otros cuatro años en llegar.
Críticas por los retrasos de una obra «crucial»
Lejos de criticar su reubicación en las prefabricadas que Sanidad ha trasladado desde la Marina Alta, donde las tenía almacenadas y sin uso, algunas centrales sindicales, que habían pactado con Sanidad este traslado, criticaron los retrasos que acumula la instalación en sí de la resonancia magnética, un servicio que consideran «fundamental». Desde Comisiones Obreras lamentaron ayer la falta de información sobre el motivo de estos retrasos y la falta de soluciones a otros problemas que arrastra el Hospital, como la falta de espacio por demoras en las obras de ampliación; la rotura de tuberías o la deficiente reforma de algunas plantas.
