Patinetes eléctricos, tengan o no manillar, «segways» o sillas con motor. Benidorm pondrá coto a la proliferación de este tipo de vehículos de movilidad personal (VMP) que cada vez son más frecuentes en la ciudad. Para empezar, las multas que recogerá la ordenanza de Movilidad serán de hasta 500 euros y se ha establecido que los «conductores» tengan que tener un seguro de responsabilidad civil de forma obligatoria. Pero también marcará por dónde pueden circular, dónde aparcar o a qué velocidad deben de ir.
En concreto, la modificación de la ordenanza plantea que no se podrá ir por aceras ni por carriles bici que también estén en ellas; tampoco por las ciclovías (es decir, aquellos carriles para bicicletas pintados en medio de la calzada y que comparten deportistas y conductores). En las zonas peatonales reservadas solo para personas tampoco, pero sí podrán circular en aquellas en las que los vehículos circulen a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora. Así que sólo les quedan las calzadas. Pero hay distinciones. En las que estén limitadas también a 20 kilómetros, cualquier tipo de estos vehículos podrán circular. Pero algunos como los patinetes eléctricos o «segways» no podrán hacerlo por el resto de calles, solo los de tamaño más grande. Sin embargo sí podrán circular solo ellos por parques aunque a velocidad de peatón: 4 kilómetros por hora. Todo ello con una premisa: circular con «diligencia y cautela» y respetando siempre «la preferencia de peatones».
Reclamo turístico
El casco será obligatorio así como tener un seguro de responsabilidad civil para «todas las personas físicas y jurídicas titulares de VMP, ya sea a título de propiedad o cualquier otro título». Las limitaciones también serán para aquellos que quieran usar estos vehículos como reclamo turístico. Para las rutas organizadas, no podrán ir más de 10 personas por grupo, incluido el guía, y la distancia entre esos grupos será de 50 metros.
En cuanto al estacionamiento, solo podrán hacerlo en espacios habilitados. Ni árboles, semáforos, bancos o cualquier mobiliario urbano ni en las bases para las bicicletas municipales de alquiler. Tampoco cuando obstaculicen, en carga y descarga, en lugares reservados para movilidad reducida o en salidas de emergencia.
La normativa recoge otras cuestiones como que se creará un registro de estos vehículos y que llevarán un código QR para facilitar la labor de la Policía Local. El incumplimiento de algunas de estas cuestiones conllevará multas que van desde los 100 euros las más leves, hasta 200 las graves y hasta 500 las más graves.
Evitar accidentes
Con estas nuevas normas, que se incluirán en la actual Ordenanza de Movilidad, Benidorm pretende acabar un problema que no solo tiene la capital turística, sino otras ciudades grandes como Alicante o Madrid. Según recoge la propuesta, «esta preocupación por la seguridad vial nace de datos tan alarmantes» como el de los patinetes eléctricos que se han visto inmersos en España, de 2016 a 2018, en 273 accidentes de distinta gravedad. Pero además, la Fiscalía de Seguridad Vial ha propuesto que se regulen en menos de un año, atendiendo sobre todo al «vacío legal» existente. Con todo se recoge que las causas de este tipo de accidentes se encuentran sobre todo en «la impericia de los usuarios, el mal estado de los patinetes así como las colisiones con otros usuarios».
Las modificación de la ordenanza lleva más de un año en cartera. La razón: el gobierno local ha presentado hasta en siete plenos esa propuesta que arrancó en 2017 tras una moción de Ciudadanos (Cs). En todos esos plenos ha sido tumbada por la oposición que siempre han mostrado su rechazo a que esta modificación no solo incluyera esta regulación para los VMP, es decir patinetes eléctricos y demás, sino que llevaba aparejada también un cambio en la zona azul y la creación de la zona verde.
Al final, y tras seis meses de intentos, el gobierno local decidió reiniciar todo el proceso y llevará al pleno de este lunes solo la modificación de la ordenanza para estos vehículos eléctricos. El resto, la zona de residentes y la ampliación de la zona azul ya se han instaurado. Y parece que en esta ocasión, como mínimo, los tres ediles de Cs votarán a favor, lo que permitirá aprobarlo.
Lo cierto es que Benidorm arrancó hace seis meses como «pionera» para regular este problema. Sin embargo, con el retraso, ciudades como Alicante le han pasado por delante. Eso sí, el modelo que plantea Benidorm llamó la atención de la DGT a quien el Ayuntamiento ha remitido el borrador de la misma para su consulta, según el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate. El edil añadió que esta normativa es «necesaria» sobre todo para poder acabar con un problema y que la policía tenga una herramienta para controlar a estos vehículos.
Desde Cs apuntaron que «es lamentable que el PP haya tardado casi dos años en ejecutar la propuesta y haber perdido tanto tiempo por el interés sistemático en llevar esta modificación a pleno acompañada de otra modificación encubierta del contrato de la ORA». «En esta ocasión la propuesta prosperará», añadieron.
