El pintor, grabador y escultor José Díaz Azorín recibió este viernes por la mañana una agradable sorpresa en la Casa de Cultura cuando pensaba que asistía a la reunión mensual del Consell de Cultura d'UGT - País Valencià que normalmente se celebra en Valencia, y de cuya junta directiva forma parte desde hace 22 años. Convocados por este Consell y la familia del pintor, cerca de un centenar de personas de Altea y otros lugares de Alicante y Valencia se reunieron en el salón de actos de la Biblioteca Municipal para rendirle un merecido homenaje a este artista con motivo de sus 80 años que cumple este sábado.

Azorín, nacido en Yecla (Murcia) el 23 de marzo de 1939, llegó a Altea en 1978 para dar clases en el IES Bellaguarda como catedrático de Dibujo, y aquí se quedó a vivir junto a su familia. A la Casa de Cultura llegó acompañado por la secretaria del Consell de Cultura, Lola Cayuela, creyendo que iba a asistir a la reunión de la junta directiva del mismo y se encontró con la sala llena de gente entre los que se encontraban el conseller de Hacienda, Vicent Soler; el alcalde de Altea, Jaume Llinares; el concejal de Cultura de Altea, Diego Zaragozí; el secretario general de UGT-País Valencià, Ismael Sáez; el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, Romàn de la Calle; el lingüista y secretario del Consell Valencià de Cultura, Jesús Huguet; el director de la Càtedra Enric Valor de la Universidad de Alicante, Joan Borja; el alcalde de L'Alfàs, Vicent Arques; el historiador Emilio Soler, el pintor Castejón y numerosos vecinos de Altea. En la tarima, un cartel representando la escultura "Dibuixar l'espai", la mano que está en la Universidad de Alicante y que pesa cincuenta y cinco toneladas, presidía el espacio. El cartel estaba autografiado por artistas, escritores y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Después lo firmarían el conseller y el alcalde.

Antes de los parlamentos se proyectó un audiovisual con imágenes del pintor y su trayectoria artística y expositiva. En el homenaje, Romàn de la Calle, que ha prologado la mayoría de los catálogos de exposiciones de Azorín y libros sobre él, elogió la figura del artista como pintor pero sobre todo como "persona e investigador y vanguardista del arte". Hablaron también Zaragozí, Cayuela, Sáez, Huguet, Borja y el conseller de Hacienda, además del alcalde de Altea que cerró el acto destacando "el estudio preciso y fiel de la anatomía humana y, en concreto, de las manos" como lo más representativo de la obra "azoriniana". Llinares agradeció la labor artística de Azorin, "uno de los pilares fundamentales para que Altea haya sido denominada como Capital Cultural Valenciana para este año".

Como colofón, el alcalde de Altea y el secretario general de la UGT-PV le entregaron al Díaz Azorin las esculturas que se conceden como Premios de Honor de la UGT del País Valencià. El artista agradeció, finalmente este homenaje "inesperado y muy emotivo para mí", y tuvo palabras de cariño hacia su familia y de amistad a todos los presentes en el acto.