La comunidad irlandesa conmemoró ayer la festividad de su patrón brindándole todo su calor en una jornada en la que la coincidencia en domingo y las elevadas temperaturas hicieron posible que la cita fuera multitudinaria. San Patricio fue honrado de una manera totalmente lúdica, llenando las calles de la «zona guiri» con llamativas vestimentas y numerosas alusiones a los tópicos de la simbología irlandesa, como los tréboles y los duendes, siempre con el color verde como protagonista. Y también, como no podía ser de otra forma, con cerveza, mucha cerveza, que no venía nada mal para refrescarse con los 24 grados que marcaban los termómetros a mediodía.

El calor y el sol hicieron también que la fiesta llegara hasta la playa, donde se pudo ver a bastantes personas cerveza en mano y con algún elemento distintivo de los tópicos irlandeses más habituales en esta celebración, como grandes sombreros. Tampoco faltaron las sotanas de color verde para aludir de una forma un tanto particular a la tradición católica de Irlanda, en una fiesta en la que no sólo participa la comunidad irlandesa residente en Benidorm, sino también muchos visitantes y residentes de diversas nacionalidades. Una celebración tan colorida gracias al omnipresente verde fosforescente como animada, divertida y a la vez también tranquila, ya que transcurrió sin más incidencias que las ganas de pasárselo bien de los asistentes.