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Zona «guiri» de Benidorm: más ruido que nueces

Los hechos delictivos sucedidos en las últimas semanas han puesto de nuevo el foco en esta zona copada por negocios y turistas británicos

Una de las calles de la conocida como zona «guiri» de Benidorm. david revenga

Pasar cualquier día por la zona «guiri» de Benidorm es hacerlo por calles copadas de negocios y turistas británicos que buscan el sol de la capital turística y, también, su oferta de ocio a precios muy asequibles. En las últimas semanas se ha vuelto a poner el foco en este área que incluye principalmente dos calles. La razón: varios sucesos delictivos graves entre los que una pelea acabó con un joven muerto hace sólo unos días.

Esta circunstancia ha vuelto a poner sobre la mesa si se trata de una zona insegura para los visitantes y provocado de nuevo que la ciudad salte a los medios de comunicación, sobre todo los británicos. «Este tipo de incidentes no ayudan a la imagen de Benidorm», apunta Karen Cowles, la presidenta de la Asociación de Comerciantes Británicos.

Y es que, según esta inglesa residente y con un negocio en la ciudad, «el comportamiento de un caso aislado enturbia todo lo demás». Porque «somos miles de británicos viviendo aquí con tranquilidad». De ahí que en Reino Unido se haga mucho ruido cada vez que se produce un altercado grave pero que en la mayoría de casos es un hecho aislado como una pelea entre turistas.

Una cuestión que apoyan el resto de colectivos implicados. Así, fuentes de la Policía Nacional añadieron que «el 95% de los turistas no causan ningún problema». Así lo considera también el concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez: «Tenemos a millones de turistas británicos que eligen Benidorm; sólo por unos cuantos que tienen un comportamiento deplorable no podemos compararlos con todo lo que aportan el resto de personas».

El epicentro de la zona inglesa está en la calle Mallorca y Gerona. Allí se concentran la mayoría de establecimientos de ocio enfocados a los turistas británicos que cada año llegan por millones. Y por miles además se suelen reunir cada fin de semana en esta parte del Rincón de Loix. Según fuentes municipales, en esos días puede haber una media de 15.000 a 20.000 personas, lo que supone «el 17% de la población censada en Benidorm». De ahí que la presencia policial se intensifique en determinados momentos.

Y es que la afluencia de gente influye a que se produzcan más altercados a lo que se une además un consumo de alcohol alto, premisas que se repiten en cualquier zona de ocio en la que se concentren miles de personas. Según las fuentes consultadas por este diario, es incontrolable que dos turistas arranquen una pelea entre ellos».

Precisamente, una de esas peleas entre dos ingleses acabó con varios porteros heridos hace sólo unas semanas; otra hace unos días con la muerte de un joven de manos de otro turista. Algo que varias fuentes consultadas por este diario califican de «hechos aislados». «Ni mucho menos esto es Magaluf», añaden. La situación aseguran que no es la misma y «aquí tenemos un turismo de élite comparado con otras zonas de ocio enfocadas a los británicos». Y para apoyar eso las cifras ayudan. Benidorm cuenta con una de las tasas de delitos por habitante, tasas de delitos por habitante contando a los visitantes, más baja del país. «Benidorm es una ciudad segura», explican fuentes policiales. «Lo que hay que hacer es prevenir y responder» para detener a aquellos que cometen un delito como la pelea de hace unos días por el que fue detenido otro turista cuando estaba ya en el aeropuerto de Alicante-Elche.

La Policía Nacional tiene una presencia continua a lo largo del año y con un refuerzo especial en temporada alta así como los días de eventos especiales que pueden causar más problemas como los partidos de fútbol o fiestas como la de Sant Patrick que se celebra este mismo fin de semana. Según fuentes de la Comisaría de Benidorm, los operativos en la zona inglesa se refuerzan por las noches con agentes del GOR (Grupo Operativo de Respuesta) y la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) que realizan sobre todo tareas de control de altercados de orden público o actúan si se producen peleas. Su actividad es diaria pero se intensifica más de marzo a noviembre, cuando la afluencia es mayor. Todo ello sin dejar de lado la vigilancia en otros barrios.

«El 90% son temas leves como peleas que se resuelven sólo con la presencia policial», apuntan fuentes de la Policía. «Los británicos suelen ser muy respetuosos» cuando ven a un agente. En cuanto a la Policía Local, también se intensifican los controles a los locales para comprobar que todos cumplen con las normativas, entre ellas, las de ruido. Y en todo momento ambos cuerpos de seguridad trabajan de manera coordinada.

«Trabajamos normal»

Entre los muchos colectivos que desarrollan su actividad diaria en la zona inglesa están los taxistas. Ellos coinciden en que la afluencia de tanta gente en un mismo lugar y con la presencia del alcohol es lo que hace que se den situaciones problemáticas. «Solemos trabajar normal en la zona inglesa», apunta José Antonio Gómez desde la asociación de taxistas locales que además afirman que «no es una zona insegura». Ellos sólo se enfrentan a pequeños problemas como clientes que no pagan, los que quieren subir a los vehículos con comida o bebida o que no saben donde está su hotel. «Hacemos un rato de psicólogos hasta que lo recuerdan o simplemente les pedimos que no suban bebiendo», explican.

Por su parte, Cowles apunta a que los «los problemas de base, como la prostitución o la venta de drogas sí son como los que hay en Magaluf» aunque añade que también son los que se dan donde se concentran gran afluencia de gente en zonas de ocio. Para la responsable de la entidad «necesitamos más policía en la zona» aunque reconoce que los agentes «hacen todo lo que pueden con los recursos que tienen», algo que se demuestra con la rapidez de las detenciones tras los últimos sucesos.

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