La reivindicación feminista «a mismo trabajo, mismo salario» continúa siendo una utopía en pleno siglo XXI para muchas trabajadoras simplemente por el hecho de ser mujer. Uno de estos casos se debate estos días, a horas del 8M, en el seno del Ayuntamiento de Benidorm. Una agente de la Policía Local ha llevado ante el Comité municipal de Igualdad, integrado por la edil del área y distintas técnicos y trabajadoras públicas, lo que a su juicio constituye un trato desigual y una discriminación por razón de género, que exige corregir de manera inmediata.

Según ha podido saber este diario, la agente, que lleva 22 años en el cuerpo de la Policía Local, 13 de ellos con plaza fija en Benidorm, ocupa desde marzo de 2014 un cargo en la Jefatura policial, de designación directa por parte del intendente jefe, que hasta entonces era desempeñado por un hombre. Su antecesor en el cargo percibía por realizar estas funciones un complemento de productividad de 255 euros brutos al mes, un plus que automáticamente quedó suspendido cuando se produjo el nombramiento de esta agente para ocupar el cargo. Y ello, a pesar de que las funciones que ambos realizan, antes él y ahora ella, son «exactamente las mismas o incluso más», como expone la propia afectada en su escrito.

Se trata, entre otras, de labores de apoyo a la Jefatura, como documentación, archivo, registro, agenda, reuniones, correspondencia, a las que además en los últimos meses se han sumado también otras responsabilidades económicas que no hacía su predecesor, tales como la gestión del presupuesto de la Policía Local; la contabilidad; el pago de gastos por caja fija; la supervisión de instalaciones, parque móvil, equipamiento, uniformidad, Parque Infantil de Tráfico, además de otros asuntos de representación y protocolarios. En definitiva, funciones que se podrían corresponder, «por analogía, a las de jefe de Gabinete de Alcaldía», según expone el intendente jefe en un informe, al que ayer tuvo acceso este diario, y donde respalda la concesión de este plus.

Ahora bien, pese a que el policía local que antes ocupaba este mismo puesto sí que lo percibía y el propio intendente considera que la agente lo merece, los argumentos no convencen a los técnicos responsables del departamento de Recursos Humanos. Según explicó la afectada, la primera vez que reclamó el pago de estos 255 euros de productividad fue en el año 2016 sin obtener ningún tipo de respuesta. A partir de ahí, lo ha venido solicitando en otras ocasiones, tanto ella misma como el propio intendente, habiendo obtenido como respuesta que a su antecesor sí se le abonaba este plus, simplemente, porque «su dedicación era mayor pero sin nada que sustente esta opinión», relató la propia afectada.

Un juez decidirá si no hay acuerdo

Su caso fue abordado ayer por la Comisión de Igualdad, que preside al concejal Paquita Ripoll, que no quiso pronunciarse sobre el asunto al tener todavía por terminar la redacción del Plan de Igualdad y el protocolo de actuación ante estos casos. Según pudo saber este diario, la comisión volverá a remitir la solicitud de la trabajadora a Recursos Humanos para que reconsidere su postura sobre este asunto, e incluso podrían remitir la misma al Protocolo de Acoso Laboral y Sexual, según explicaron los representantes sindicales de la afectada. El siguiente paso, en caso de no ser admitida su reivindicación, será llevar los hechos ante un juez por la vía del Contencioso.