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Benidorm

La Costa Blanca encuentra en los congresos su gran oportunidad de diversificar el turismo en invierno

Los expertos constatan que el mercado crece a un ritmo de más del 5% anual y alertan de la necesidad de mejorar infraestructuras por el aumento de la demanda

Una gran oportunidad para desestacionalizar la oferta. Y, además, una gran oportunidad para captar clientes con mayor poder adquisitivo y que dejan en el destino ingresos muy superiores a la media. Ésta es la principal conclusión que ayer pusieron sobre la mesa distintos expertos durante la celebración en Benidorm de la primera jornada del principal foro nacional relacionado con el mercado de los congresos: el Encuentro sobre Turismo de Reuniones y Asamblea anual del Spain Convention Bureau. El congreso, que ha traído hasta la ciudad a representantes de los 56 destinos del país punteros en el segmento MICE -reuniones, incentivos, congresos y exposiciones- fue inaugurado por el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, junto con el alcalde de Benidorm, Toni Pérez; la directora de gabinete de la Secretaría de Estado de Turismo, Antonia Alomar; el diputado provincial de Turismo, Eduardo Dolón; el presidente de Spain Convention Bureau (SCB) y alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo; y la directora general de Organización y Recursos de la FEMP, María Eugenia Simarro.

Los números que ayer se pusieron sobre la mesa no arrojan dudas sobre la importancia de ganar peso dentro de este mercado. Si bien el turismo de congresos representa por el momento tan solo un 6 por ciento del conjunto de la tarta turística, en los últimos años está creciendo en cifras de entre un 5 y un 10% anual, generando un impacto de 6.000 millones de euros en el año 2017, el último del que se tienen estadísticas. Así lo trasladó el presidente de la SCB, quien además indicó que, en términos globales, abarca un volumen de 4 millones de visitantes, de los cuales el 70 por ciento procede del mercado interno y el 30% restante es extranjero, principalmente británico.

Pero, al margen de los números macro, que también son importantes, aún cobran más relevancia otros datos más concretos. Por ejemplo, que se trata de un sector que deja en destino un gasto medio diario de 208 euros, cuando la media del turista de sol y playa convencional se calcula en 146; que la mayoría de encuentros profesionales se realizan durante los meses en los que la ocupación flojea: mayo, octubre y noviembre, principalmente; o que los mismos tienen lugar de lunes a viernes, lo que contribuye a llenar plazas hoteleras fuera del fin de semana.

Ventajas y desventajas

Por eso, tanto Colomer como Dolón o el propio alcalde de Benidorm, Toni Pérez, coincidieron en afirmar la gran oportunidad que este mercado representa para la Costa Blanca: «Puede contribuir a la desestacionalización de la oferta y la demanda, al incremento del gasto medio por turista, y a la diversificación de mercados», afirmó el secretario autonómico. De ahí que todas las administraciones multiplicasen el pasado año su presencia en ferias y foros especializados en el sector , con hasta 15 acciones específicas.

Augusto Hidalgo, presidente de la SCB, y otros expertos del sector destacaron como ventajas competitivas de la Costa Blanca para la organización de eventos la planta hotelera de la que dispone, así como la «excelente conectividad» del aeropuerto provincial con prácticamente todas las principales capitales europeas. «Fuera de España, no hay sitio en el mundo con más conexiones», afirmó. En el lado opuesto, destacaron como principal hándicap la falta de infraestructuras para dar servicio a toda esa demanda en aumento y para poder albergar eventos por encima del millar de participantes: «Hay hoteles y auditorios con infraestructura, pero hacen falta más palacios de congresos», manifestaron. Como ejemplo, basta con destacar que Benidorm aún carece del suyo.

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