Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

3.700 toneladas de hormigón para rascar el cielo en La Cala de Benidorm

Doscientos camiones, 160.000 kilos de acero, una calle cortada y casi 24 horas de trabajo

Forjado de acero de la losa del edificio. DAVID REVENGA

Construir un edificio de más de cien metros de altura dejó hace tiempo de ser algo singular en Benidorm. La ciudad con mayor concentración de rascacielos ha dinamitado a lo largo de su historia muchos registros impensables hasta hace poco más de medio siglo: el primer plan urbanístico municipal, los primeros edificios con altura libre, el hotel más alto de Europa, el edificio residencial más alto de España y así, uno tras otro, hasta ganarse un cachito en el corazón de muchos arquitectos y urbanistas del mundo precisamente por su libertad a la hora de edificar.

Pero, ¿cómo se construye un rascacielos de la nada? La promotora Goya Real Estate, que construye Delfin Tower, el primer rascacielos que se levantará en primera línea de playa en La Cala de Benidorm, fue ayer el escenario ideal para observar uno de los pasos más importantes en este proceso: la ejecución de la losa de cimentación, el elemento constructivo que servirá de base para las 44 viviendas de lujo que se distribuirán a lo largo de las 22 plantas de este edificio, que medirá ni más ni menos que 98 metros de altura.

Estas labores obligaron ayer a cortar todo un vial de circulación, la calle Aigües, para albergar los 15 camiones que durante toda la jornada realizaron más de doce viajes para nutrir a la obra del hormigón necesario, proveniente de dos plantas de producción de hormigón que trabajaron en exclusiva para abastecer a esta obra.

Los números

Y es que las cifras para ejecutar esta filigrana de la ingeniería son del todo impresionantes: 1.600 metros cúbicos de hormigón, lo que traducido al lenguaje de la calle serían el equivalente a unas 3.700 toneladas de este material; un forjado de 160.000 kilos de acero y cerca de 24 horas de trabajo, para crear una «plancha» de 2,20 metros de grosor, a partir de la cual comenzará a construirse en altura. Su función es soportar todo el peso del edificio que baja a través de los pilares para, después, redistribuir la carga proporcionalmente en el resto del terreno. En otras palabras, la parte que sostiene todo el edificio y evita que su estructura vuelque o se pueda venir abajo.

«Es una tarea compleja porque, además, en este caso concreto la losa está en el sótano menos dos, a unos seis metros por debajo del nivel freático. Y teniendo en cuenta que el edificio está pegado al mar, esta construcción además ha obligado a usar un sistema de desecación del terreno a base de cuatro bombas, además de unos muros perimetrales para que no entre el agua», explica Samuel Rodríguez, el construction manager de este edificio.

98

metros de altura total del edificio

200

camiones para «nutrir» la base

Una planta al mes

Recreación de cómo será una vez acabado.

Una vez rellenada la losa, calculada por el ingeniero Florentino Regalado, «padre» de la cimentación de otros grandes rascacielos de la ciudad como el Bali, InTempo o la Torre Lugano, el siguiente paso será el forjado o construcción de los pilares. En este caso, y a diferencia de otros rascacielos levantados ya en Benidorm, con la particularidad de que todos los pilares van inclinados para crear la forma de una vela de barco que confiere a este edificio una singularidad que hasta ahora no se había visto en el skyline local.

Los números globales necesarios para cimentar todo el proyecto alcanzan los 4.000 metros cúbicos de hormigón, de los que casi la mitad, 1.600, están ya en la losa de cimentación. El coste de construcción calculado por la promotora roza los 1.000 euros por metro cuadrado una vez finalizado el proyecto, cuando en una edificación «normal» es de 600.

¿Y cuándo podrá verse el resultado? Aunque el ritmo de edificación media de otros edificios es unos cuatro forjados al mes, las especiales características de esta obra reducen la previsión a una planta al mes en las zonas de mayor ondulación y de tres al mes en las más «básicas». La previsión de finalización total de la obra es para el verano de 2020.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats