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La Vila

El último rincón sin paseo marítimo

El frente litoral de la comarca aún tiene un reducto de apenas 200 metros en la Cala que no cuenta con acera o pavimento para el paso de peatones

El tramo pendiente del paseo de la Cala de La Vila donde termina la acera del de Finestrat. david revenga

Pasear frente al mar por un paseo marítimo es posible en la Marina Baixa excepto en un punto de su frente litoral: la Cala de La Vila. Los apenas 200 metros de primera línea de playa para los peatones no cuentan con una zona delimitada como ocurre en cualquier otro punto de la comarca donde los vecinos y visitantes pueden disfrutar de grandes aceras o mobiliario urbano a pie de playa. En el tramo vilero pegado a Finestrat sólo hay asfalto a modo de aparcamiento y nada delimita la arena del resto del espacio.

Los intentos para urbanizar esta zona de playa han sido muchos desde hace años. Desde que se aprobó el plan parcial de la misma y comenzaron a construirse altos edificios, los vecinos han reclamado contar con un paseo marítimo como cualquier otro lugar del municipio o los colindantes. Más si se tiene en cuenta que Finestrat, la localidad que comparte espacio con La Vila, sí tiene el suyo. De hecho, aquellos que caminan por la acera del primero se encuentran de repente con un escalón que marca que el paseo ha finalizado y tienen que continuar por el asfalto o la arena.

Este último reducto sin urbanizar del frente litoral de la comarca tiene los días contados. O eso espera el Ayuntamiento y los propios vecinos. La administración local se haya inmersa en la licitación de las obras, que cuentan con un presupuesto de 470.000 euros, y que darán forma a un paseo marítimo y urbanizarán el resto del espacio que se abre desde la calle Tramuntana hasta la arena de la playa. El proceso se inició a finales de 2018 después de varios intentos donde el Ayuntamiento incluso tuvo que modificar el proyecto inicial porque no se ajustaba a la normativa de Costas.

Seis empresas presentaron sus ofertas dentro del plazo que acabó el 23 de enero: cuatro de la provincia de Alicante, una de Valencia y una de Huelva, según explicó a este diario el concejal de Urbanismo, Jaime Ramis. Ahora, tras comprobar que la propuesta de una de ellas está «en baja temeraria» se ha dado plazo para que se subsanen errores.

Si todo marcha según lo previsto, la construcción, que tiene un plazo de tres meses, podría iniciarse cuanto antes para que el último rincón en primera línea de la Marina Baixa tenga un paseo marítimo para el próximo verano. Así, las mismas fuentes explicaron que la intención es cumplir esos plazos pero que hay que tener en cuenta varias cuestiones como que hay un periodo electoral entre medias, lo que esperan que no afecte al proyecto.

Piedra natural y aparcamiento

Este nuevo paseo quiere dar continuidad al que ya existe en Finestrat. Tendrá una anchura de cinco metros y el material elegido será de «piedra natural granilítica» por su durabilidad, según recoge el proyecto. Además se colocará mobiliario urbano, alumbrado, plantaciones y ajardinamiento. Pero este paseo no sólo cubrirá los 200 metros cerca de la arena y se unirá al del municipio de al lado. También se extenderá de modo circular por delante de la zona de pinos existente hasta la calle Tramuntana desde donde se ampliarán las rampas existentes. Además, se mejorará la red de pluviales y se soterrarán todos los servicios que aún existen de forma aérea.

En cuanto al aparcamiento, se redistribuirán las plazas, habrá sitio para las motos o bicicletas y además se definirán los carriles de entrada a este espacio al final de la Cala de desde la avenida Mariners de La Vila.

Con todo, el proyecto está dentro de la zona de servidumbre de Costas aunque no en terrenos del dominio público marítimo terrestre por lo que ya tiene la autorización de esta institución.

El edil del área explicó que «este tramo es muy necesario y demandado y esperamos poder tenerlo listo en verano». Así, aún queda pendiente algún fleco administrativo que espera que se solvente en las próximas semanas para empezar las obras cuanto antes.

Con este nuevo paseo, La Vila completa la urbanización de su frente litoral y del de la comarca. Con todo, Finestrat, que comparte espacio con este municipio en la Cala, también tiene en mente mejorar su zona más próxima a la playa aprovechando las obras de canalización del barranco que están ya en marcha. Con ellas, la avenida Marina Baixa cambiará su fisionomía para ser más un paseo marítimo que una calle y en sus planes está también mejorar la zona que queda hasta la recién renovada plaza del Ánfora. Todo para que la primera línea de esta Cala compartida sea un lugar cómodo para los vecinos y turistas.

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