Cerca de un millar de festers despidieron ayer por la tarde el Mig Any de las fiestas de Moros y Cristianos de Altea con la devolución de las banderas de las filaes al Casal Fester. Los actos programados para celebrarse por la mañana (Entrada de Gloria Infantil y concurso de cabos de escuadra infantiles) así como la acampada de los festeros y la comida de hermandad de los mismos, fueron suspendidos por la Federació de Moros i Cristians Sant Blai el sábado por la noche ante las fuertes rachas de viento que en algunas ocasiones llegaron a los 90 kilómetros por hora, por lo que se cerró la carpa festera.

Ayer, los festeros comieron en sus propias cábilas y cuarteles, y a las 17 horas se concentraban en la Plaça del Llavaor para iniciar el desfile de las dieciocho filaes moras y cristianas hasta el Casal Fester pasando por la avenida de Valencia, la calle Garganes, la avenida Rei Jaume I y la calle Pont de Moncau, y formando un gran mosaico multicolor de las chilabas de los festeros de casi 200 metros de longitud.

Ovación a los cargos festeros

Los abanderados de las filaes, flanqueados por los cargos festeros de este año proclamados oficialmente el viernes, cerraban el desfile de las filaes. Frente al Casal Fester se concentraron los festeros para asistir al acto que cierra el Mig Any Alteano: la devolución de las banderas al Casal. Después, desde los balcones del edificio, los reyes moro y cristiano, Víctor Cerulus y Toni Soler, junto a los otros cargos despedían a los festeros con los deseos de disfrutar de las fiestas que tendrán lugar del 20 al 24 de septiembre.