Josep Llorca se estrena como líder de los jóvenes empresarios de la Marina Baixa pero no se le olvida su lugar de origen, La Vila Joiosa, donde dirige una constructora con alrededor de 70 trabajadores. Con sólo 32 años tiene claro que para seguir avanzando hay que sumar y, por ello, reivindica la importancia de todos y cada uno de los pueblos de la comarca aunque admite que Benidorm es el motor. Por ello, su gran reto es desarrollar puentes y establecer sinergias entre los asociados y otras colectivos empresariales porque «la unión hace la fuerza».
P ¿Cuál es el principal problema que se encuentran los jóvenes al empezar a trabajar?
R Creo que el problema de fondo es la falta de ilusión. Hay que apoyar más al empresariado. Hay que quererlo más. Jovempa es un espacio para conocernos entre los empresarios y para compartir inquietudes.
P ¿Qué inquietudes tiene el joven empresariado en esta zona?
R Siempre tenemos los problemas de captación de clientes, marketing... No creo que esta zona sea peor que otras del país. Al revés, estamos en una zona muy fructífera. Somos afortunados donde operamos. Benidorm es un motor que mueve mucho a la comarca pero cada ciudad y cada zona tiene sus peculiaridades para dar empleo y riqueza.
P ¿Su estrategia pasa por reivindicar a toda la comarca?
R Una de mis intenciones es intentar unir lazos con toda la comarca. En mi Junta va a haber un delegado por cada población. Ahora mismo sólo hay representantes de Altea, de Callosa y La Nucía, que es la misma persona, delegado de La Vila, delegado de Finestrat y delegado de Benidorm. Espero ampliar el círculo para tener delegaciones de todos los pueblos y abrir lazos con las asociaciones municipales con el fin de llegar a más asociados. Queremos unirnos. Que haya unidad en toda la comarca.
P ¿Cuáles son los otros focos de su proyecto?
R Quiero darle valor al asociado. Quiero hablar con todos los miembros de Jovempa Marina Baixa -114 empresas- para ver qué quieren. Estoy seguro que todos ellos coinciden en el tema de la formación, en el tema de la unidad... Crear vínculos en la unión y en la formación. Son los dos pilares fundamentales en los que quiero centrarme.
P Hace unas semanas, el Rey Felipe VI pidió ante la CEV que se acordaran de la deuda que tenían con los jóvenes. ¿Cree que hay un problema de empleo juvenil?
R Hay que reivindicarlo. Los ayuntamientos deben conocer la valía que supone tener jóvenes empresarios. No se le da la importancia a algunas agrupaciones empresariales que se les debería de dar. En cambio luego sí que es bonito anunciar números de empleados y de gente que sale del paro. Pero todo eso viene de mano de las empresas a las que se debería cuidar y dar más cariño para tratar de ayudarles.
P ¿Hace falta más ayuda para los emprendedores?
R Sí. Bueno... a todos. Muchas veces parece que todo se centre en el emprendedurismo, es muy recurrido, pero es que a lo mejor también se debe dirigir las ayudas a consolidar lo que ya hay y que asociaciones como Jovempa tengan más ayudas puramente económicas para hacer eventos en los que ilusionas a un pueblo entero. Y dar herramientas para que la gente se ilusione. Es falta de ilusión lo que percibo.
P Pero de ilusión no se come. Muchos jóvenes se encuentran con condiciones indignas cuando se incorporan al mercado laboral, becarios que trabajan gratis, falsos autónomos
R Eso es responsabilidad del empresariado. Hay mucha gente detrás que vela por el bienestar de sus empleados y por un comercio justo. Yo no me sentiría nada bien si tuviera a alguien que no está cómodo o si hiciera algo que no es ético.
P Pero es algo que pasa...
R Sí, pero es algo más de conciencia. Yo en mi empresa podría tener becarios y no tengo a ninguno.
P ¿Cuál es la receta para acabar con estas prácticas?
R La unidad del empresariado y que los empleadores se conviertan en algo cercano a la sociedad. Creo que, desde el colegio, no se explica lo que es un empresario. Siempre se ha visto como un ogro. Y yo me considero una buena persona. Y quiero dar empleo. Eso es lo que falta. Y esa es la tarea.
