Más medidas que nunca para combatir la plaga de la procesionaria en Serra Gelada. El incremento de las orugas que este año se ha detectado en las comarcas de la Marina Baixa y la Marina Alta ha hecho saltar las alarmas entre los responsables del parque natural que se extiende entre Benidorm, l'Alfàs del Pi y Altea y de ahí que, por primera vez, se haya recurrido a aplicar un insecticida en la parte aérea de los pinos que se encuentran en las principales sendas y caminos de este enclave, que recibe miles de visitas cada año.
Así, la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, que dirige Elena Cebrián, ha decidido intensificar las actuaciones dirigidas a combatir la procesionaria del pino en el parque natural de la Serra Gelada. En concreto, para intentar reducir la proliferación de las orugas, se ha incluido este año como novedad un tratamiento de un insecticida microbiológico que, aplicado sobre la parte aérea del árbol, produce la muerte de las orugas por ingestión, como explicaron desde el departamento autonómico.
Hay que tener en cuenta que este año se ha detectado un aumento de la plaga de procesionaria en las comarcas de la Marina Baixa y la Marina Alta frente al resto de la Comunidad Valenciana, donde sí ha habido un descenso de la población de estas orugas, como explicaron fuentes consultadas por este diario. De ahí que el Consell se haya puesto manos a la obra para atajar la problemática en zonas turísticas clave como el parque de Serra Gelada.
Zonas afectadas
En concreto, el tratamiento iniciado por la Generalitat se ha aplicado con mayor intensidad en tres de las zonas del parque más frecuentadas por vecinos y turistas. Se trata de la ruta al Faro de l'Albir, la subida al Alt del Governador y la zona de la cantera de l'Albir. El objetivo, así, es atajar la presencia de orugas, al menos, en los caminos y sendas más frecuentados. Cabe destacar que el tratamiento aplicado desde el Consell es inofensivo para las personas y los animales.
Actuaciones preventivas
Con todo, no hay que olvidar que cada año la conselleria realiza una serie de actuaciones preventivas para luchar contra la plaga de procesionaria, al tratarse de una especie que causa reacciones alérgicas en personas y animales. Este es un insecto propio de los pinares mediterráneos del que se alimentan numerosos animales insectívoros.
Durante el otoño y el invierno, las orugas se agrupan en colonias en las copas de los árboles, donde forman las características bolsas blancas que las protegen del frío. Posteriormente, a finales del invierno o principios de la primavera, las orugas descienden de las copas en hilera, asemejando una procesión, para soterrarse y pasar a la fase de crisálida. Es entonces cuando se desarrollan los tratamientos aéreos.
Pero no solo se actúa en esta época, ya que es en verano cuando se produce la metamorfosis de oruga a mariposa, todos los años se colocan cerca de 150 cajas-trampa con feromonas sexuales con el objetivo de atraer a los machos y así evitar la reproducción de la especie tras el verano. Estas trampas se instalan en el periodo en que las mariposas están en fase de emparejamiento, con el objetivo de reducir la proliferación de procesionaria en el entorno del parque natural.
Además, a lo largo del otoño, sobre las zonas próximas a los caminos y sendas, la brigada del parque natural recoge a mano las postas de huevos, que son eliminadas antes de que se desarrollen formando las típicas bolsas de pino. Estas bolsas también son retiradas manualmente en sus primeros días de formación y detección.
Consejos
Desde la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de l'Alfàs del Pi se recomienda a la población evitar los paseos con mascotas por zonas de pinada durante esta época del año y extremar las precauciones, ya que esta oruga puede provocar urticarias y reacciones alérgicas.
Unas larvas que crean urticarias y pueden ser letales para los perros
La procesionaria supone un riesgo tanto para personas como para animales. La inhalación de los finos pelos de la oruga, donde oculta su veneno, puede producir desde urticarias hasta reacciones alérgicas, especialmente en los niños ya que son más vulnerables. La oruga suele presentarse siempre en forma de procesión (ligadas unas a otras) y ubicarse cerca de los pinos donde instalan los «bolsones» en los que se desarrolla la larva y son precisamente esas procesiones lo que resulta muy llamativo para los pequeños, que tienden a tocarlas y acaban con urticarias en su cuerpo. Para los perros y otros animales es letal ya que si se las comen y se tragan todo el tóxico que contiene el insecto, pueden sufrir una necrosis en la garganta y en la lengua. Por ello, si se sospecha que la mascota ha estado en contacto con estas orugas hay que ir al veterinario.
